Segalmex, el programa de subsidios destinado al fracaso

El anuncio del presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, de la fusión de Diconsa y Liconsa para dar vida a un nuevo organismo denominado Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex), sólo es una muestra de cómo transcurrirá su administración, pues va a revivir un programa de subsidios que ha fracasado en México y en otros países.

Así describió el Secretario General de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares, Arturo Zamora Jiménez, la propuesta de López Obrador de traer del pasado un programa que no ha dejado nada más que endeudamiento, déficit público, inflación y devaluación; pero sobre todo se cuestiona el nombramiento de Ignacio Ovalle Fernández, al frente de la misma.

El modelo de la Seglamex no es algo nuevo, pues sus bases fueron fundadas con la creación de Conasupo en 1965, presidida por la creación del Comité Regulador del Trigo del presidente Lázaro Cárdenas en 1937, en donde los monopolios abusivos del mercados terminaba importándose grano de pésima calidad a precios exorbitantes.

Pero este mismo mecanismo, no es desconocida para Ovalle, quien bajo el mando de José López Portillo en 1976, fue nombrado director general del Instituto Nacional Indigenista, y un año después se erigió como coordinador del programa Coplamar, con el que daría vida al Sistema Coplamar-Conasupo.

Las graves pérdidas de los sistemas para garantizar la “seguridad alimentaria”, no han sido fructíferas en nuestro país, pero pese a estos ejercicios fallidos, Ovalle está de vuelta con un nuevo programa con una fórmula ya probada de precios de garantía con subsidios indiscriminados y un abasto subsidiado con déficit crecientes. Ahora, ¿AMLO espera que el resultado sea diferente?