Como medida para combatir a narcotraficantes, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) pretende comenzar a producir fusiles de alto impacto calibre .50, similares a las tipo Barrett. Las armas serían utilizadas para reforzar a los militares en puntos críticos como Sinaloa, Tamaulipas y Chihuahua.
Y es que es precisamente este tipo de armamento el principal decomisado en los operativos de seguridad orquestados por la Sedena, mismos que son capaces de penetrar chalecos antibala tipo IV, incluso material de construcción, por lo que ahora se busca equipar a las autoridades con un instrumento similar al que pretenden detener.
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Sin embargo, la Sedena busca que la producción se manetenga dentro de México, por ello la secretaría presentó a Hacienda un proyecto con un prototipo el cual costará alrededor 24 millones 186 mil 399 pesos, entre infraestructura, investigación y desarrollo.
