Luego del escándalo que generó la nueva colección de la diseñadora venezolana Carolina Herrera, en esta ocasión la marca de lujo Louis Vuitton se vio inmerso en problemas tras sacar a la venta una pequeña silla con un evidente diseño de artesanos mexicanos.
Ante dicho problema, la secretaria de Cultura Alejandra Frausto informó que fue enviada una carta a la firma francesa para solicitar la aclaración de los diseños de la colección Dolls by Raw Edges, quien colaboró con artesanos del municipio de Tenango de Doria, en el estado de Hidalgo.
El escrito fue dirigido al director de Comunicación de LV, Héctor Prado, quien al enterarse del problema aseguró que desconocía que su modelo R98619 tuviera alusiones a los bordados que se realizan en aquella comunidad.
Asimismo, Frausto propuso a Prado reunirse para analizar la situación y donde autoridades mexicanas, artesanos y representantes de la compañía se encuentren presentes para que todos los involucrados en la producción del producto puedan beneficiarse por su trabajo.
Por otra parte, se busca que Louis Vuitton reconozca a la comunidad de la cual obtuvo el diseño en su catálogo de ventas en donde dicha silla tiene un precio de $12 mil 800 libras esterlinas (poco más de 300 mil pesos mexicanos).
