SE REQUIERE UN GRAN PACTO DE UNIDAD NACIONAL

Lo siento por los seguidores de la mal llamada cuarta transformación que me leen, pero ante los sucesos que nos afligen como país, no es posible permanecer callado y hacer como si no pasara nada.

La verdad es que el gobierno federal, que encabeza Andrés Manuel López Obrador va de mal en peor y permanece estático, petrificado ante la cantidad de calamidades que nos aquejan.

Y es que no podemos concebir que el gobierno federal permanezca impávido, al advertir que la industria y la planta productiva nacional se desploman dramáticamente, ante el impacto causado por la crisis sanitaria, sin que se tomen las medidas más elementales, para tratar de protegerla en la medida de lo posible y para llegado el momento oportuno, tratar de estimularla e intentar rehabilitarla.

En cambio el gobierno de la república, asume una actitud a todas luces demencial y solo piensa en el reparto clientelar de dádivas, sin importarle los productores y generadores de empleos y riquezas, que deberán bandearse como Dios les de a entender, ante los escenarios de necesidad.

Ah, eso si, muy preocupados porque a todos los mexicanos les lleguen sus migajas, a través de los programas sociales, encargados de dilapidar lo que no es suyo, pero incapaces de ordenar a sus paniaguados como la Comisión Federal de Electricidad, ya no digamos que condonen, sino que simplemente otorguen facilidades al público usuario, dadas las complejas condiciones económicas que el país experimenta.

El sentido común (que en López Obrador es el menos común de los sentidos) prescribe conceder estímulos fiscales y facilidades a consumidores y productores en general, a efecto de tratar de superar en el menor tiempo posible la crisis económica ocasionada por la contingencia sanitaria, pero eso se opone al deseo insaciable de manipulación política que posee el primer mandatario, que pretende utilizar la crisis como un elemento para obtener ventajas políticas. Mas claro ni el agua.

Indudablemente al término de la emergencia de salud, vamos a vernos involucrados en una crisis económica, que necesariamente lleva a vislumbrar una crisis política en ciernes y que los mexicanos debemos aprovechar para lastimar profundamente las estrategias y planes de López Obrador y sus secuaces: es preciso arrebatarle la mayoría legislativa de que dispone en la actualidad y llegada la ocasión, revocarle el mandato y enviarlo en un viaje sin retorno, a La Chingada.

Para esto, es preciso un pacto de unidad nacional, en donde los partidos políticos y los ciudadanos hagan a un lado sus diferencias e intereses particulares y se pongan de acuerdo a favor de México.

Solo así podremos lograr el objetivo de convertir a López Obrador en un personaje pintoresco, propicio para protagonizar chistes y memes y podremos evitar que siga destruyendo lo que nos queda de país, llevándose entre las patas las vidas de muchos mexicanos inocentes, que morirán a causa de su ineptitud e incapacidad.

Dios, Patria y Libertad