Esta madrugada se dio a conocer una nueva masacre en una cárcel en Guayaquil, Ecuador en donde hasta ahora se reportan al menos 68 muertos y 25 heridos.
De acuerdo con los primeros reportes, los hechos ocurrieron el viernes por la noche en el Centro de Privación de Libertad Número 1, cuando se escucharon unas detonaciones dentro de la cárcel.
Ante ello, 700 policías ingresaron al penal para controlar la situación, sin embargo algunos reos poseían armas largas, cortas y hasta explosivos.
El enfrentamiento entre los uniformados y los reos se produjo en el pabellón número 2 del centro penitenciario, que alberga a 700 presos aproximadamente.
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En conferencia de prensa, el gobernador de la provincia de Guayas, Pablo Arosemena, describió la situación de “salvajismo y falta de humanidad” y la relacionó con una lucha de poder entre bandas que querían “doblegar” a los presos del pabellón 2.
“No había cabecilla de la banda que está en ese pabellón, porque días atrás había sido liberado por un juez al cumplir el 60 por ciento de su condena (…) Querían sitiarlos, acorralarlos, hacer una masacre total”, explicó.
Y es que el disturbio fue provocado por un vacío de poder tras la liberación del líder de la banda de los Tiguerones.
Se trata de un episodio similar al enfrentamiento entre bandas criminales que se registró el pasado 29 de septiembre en donde 119 reos perdieron la vida.
Con información de El Comercio y El País
MSA
