De la terna que el presidente Andrés Manuel López Obrador envió al Senado para la elección de un nuevo ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, solo las dos mujeres tienen posibilidades. Y de ellas, la más perfilada es Loretta Ortiz Ahlf.
Aunque Verónica de Gyves, la otra mujer que forma parte de la terna, tiene una importante carrera judicial, Loretta posee lo que más valora López Obrador, que es lealtad ciega.
Loretta es tan cercana al obradorismo, que en entre 2012 y 2015 fue diputada federal del PT, partido del que brincó a Morena antes de terminar esa legislatura.
López Obrador ya la ha propuesto como candidata a ministra de la Corte en otras dos ocasiones, por lo que seguramente ahora actúa en la lógica de que “la tercera es la vencida”.
De concretarse la elección de Loretta, López Obrador tendría ya tres ministros de la Corte afines, lo que lo pondría muy cerca de contar con una minoría capaz de bloquear los asuntos de relevancia, como la resolución de controversias constitucionales, para lo cual se requiere de una mayoría de al menos ocho ministros.
Solo que para lograr tener a su nueva ministra carnala, Morena está obligado a negociar con la oposición en el Senado, pues se requiere del voto de las dos terceras partes de los legisladores.
