El pasado martes 23 de agosto, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, a través de la Secretaría de Energía (Sener), publicó un decreto en el Diario Oficial de la Federación (DOF) donde señala la creación del organismo público descentralizado de la Administración Pública Federal llamado “Litio para México”, con el acrónimo “LitioMx”.
Con ello, se permitirá la exploración, explotación, beneficio y aprovechamiento del mineral litio; también conocido como el “oro blanco”.
Las autoridades federales explicaron que LitioMx se encargará de elaborar programas estratégicos de mediano y largo plazo para el aprovechamiento del mineral; desarrollará y ejecutará proyectos de ingeniería, investigación y actividades geológicas en torno al mismo.
En ese sentido, indicaron que esta nueva empresa investigará y desarrollará nuevas tecnologías en la industria relacionadas al litio; además localizará y reconocerá, con apoyo del Servicio Geológico Mexicano, las áreas geológicas donde exista el “oro blanco”.
Sin embargo, especialistas dudaron que esta nueva empresa estatal cumpla con los objetivos anteriormente mencionados, para ello, señalan que la extracción de este mineral no podría realizarse sin la ayuda de la experiencia privada.
Para ello, recordaron que pese a que Bolivia cuenta con enormes reservas de litio no ha podido producirlo comercialmente utilizando su empresa estatal.
“Estamos repartiendo los becerros antes de tener la vaca”, aseveró Jaime Gutiérrez, presidente de la Cámara Minera de México.
La asociación ha advertido acerca de la poca información sobre los depósitos de litio que cuenta el país y dijo que la exploración y el desarrollo de yacimientos podrían pesar mucho en las finanzas públicas.
En ese sentido, César Pérez, analista de BTG Pactual, estimó que la empresa estatal mexicana podría tardar al menos siete años en comenzar la producción.
Aunque el aumento de la demanda eventualmente atraerá a la industria hacia el litio de México, expertos temen que con la tecnología existente sea demasiado costoso extraer el mineral comercialmente.
El consultor independiente Chris Berry dijo que la intervención estatal podría ahuyentar al capital privado y señaló un plan de CATL, el fabricante de baterías para vehículos eléctricos más grande del mundo, para edificar una planta de producción en algún lugar de América del Norte.
“¿Estaría dispuesto CATL a construir una fábrica en México si supieran que estarían respondiendo ante el gobierno mexicano? Es poco probable”, afirmó.
Con información de El Economista
MSA
