Aunque la intención de Yeidckol Polevnsky es volver a estar enfrente de Morena, se rumora que puede estar cerca su fin como líder del partido.
Esto luego de ser autora de grandes polémicas ante actos ilegales dentro de la política. Al parecer la morenista cree que estar del lado contrario de la legalidad y la democracia, la ayudaran a obtener votos para seguir presidiendo en Morena.
Sin embargo, a la víspera de la renovación de la dirigencia del partido guinda, que se llevará a cabo en noviembre próximo, la actitud y apoyo a actos ilegales, ilegítimos y antidemocráticos podrían dejarla afuera de la competencia.
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El caso de la extensión de mandato en Baja California, es uno de ellos, y podría ser el “acabose” que terminará con el poco apoyo que cuenta.
“Están todos tratando de pegarle a Bonilla porque fue un excelente candidato (…) ahora que quieren manipular para hacerlo el villano favorito, no lo vamos a permitir”, defendió Yeidckol a Bonilla.
Sin embargo, Yeidckol con estas declaraciones se está metiendo a la cueva del lobo, pues en una democracia, esto, en definitiva, es un acto antidemocrático. Los ciudadanos eligieron un gobernador para dos años, no para cinco, nunca se les avisó.
Pero esto no es todo, la actual dirigente de Morena, ha sido ciento de veces criticada por colaborar y defender este tipo de sucesos, pues recordemos lo que sucedió con Miguel Barbosa, a quien apoyó hasta con los huesos, por el simple hecho de ser de Morena.
Otro de los casos fue cuando utilizó un avión privado durante su viaje a Tamaulipas el pasado mes de mayo, pagando alrededor de 23 mil dólares, justificándose de que si no viajaba de esa forma su vida corría peligro.
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Todos estos actos, han provocado un sin fin de confrontaciones dentro del partido, pues desde hace algunos meses algunos han venido cuestionando su liderazgo, como ha sido Alejandro Rojas, consejero del partido y quien no descarta también contender por la dirigencia del partido.
Rojas, además, tiene la sospecha de un fraude electoral por parte de Yeidckol y su alfil Bertha Luján, a través de “manipulación” al padrón de militantes de Morena.
Es decir, si antes no sufre una fractura, interna o provocada desde el exterior, Morena definirá en octubre próximo el relevo de su actual dirigente.
