¿Sabe qué hacen sus hijos cuando no está con ellos? Los padres de los 43 no

 

Una de las primeras novelas de Enrique Serna se titula Uno Soñaba que Era Rey, situada en la Ciudad de México, donde “El Tunas”, un muchacho de familia de bajos recursos, sale todos los días de su casa a “monearse” a un lote baldío en compañía de “La Caguamita”, mientras su madre trabaja y sale a pasear con el novio.

En contraparte, las páginas del libro nos revelan la historia de Marquitoz, un niño rico y consentido que a falta de supervisión adulta, cierto día, mientras juega con el rifle de su padre, asesina a un lechero que pasa en bicicleta afuera de su casa.

De este modo, Serna describe a una serie de personajes encontrados en las calles de una megaurbe.

Por un lado, los adultos están tan resentidos o preocupados por sus propios problemas de ricos o de pobres, mientras que por el otro los hijos de éstos carecen de atenciones y hacen de las suyas porque no hay autoridad que les enseñe lo que está bien o mal.

Resulta curioso que estas historias, con sus matices y diferencias, se puedan encontrar todos los días no sólo en las grandes ciudades, sino en todo el país o en todo el mundo.

El caso de los normalistas de Ayotzinapa es el ejemplo claro de ello, pues a pesar de ahora ver a unos padres preocupados, temerosos, enojados y esperanzados, antes de los hechos trágicos que culminaron con su desaparición, éstos apenas y sabían de las actividades, sean cuales sean, que realizaban sus hijos cuando no estaban en casa.

Antes de que un grupo de criminales los secuestrara y los asesinara a sangre fría, pocos familiares de los normalistas eran consciente de que los muchachos “irían a una colecta a Iguala para la marcha del 02 de octubre”, como se ha repetido en varias ocasiones.

En la novela de Enrique Serna, “El Tunas” lidera una banda de rufianes drogadictos que con el paso de los años podría ser una banda de delincuentes; y Marquitoz luego de su crimen únicamente acierta una disculpa falsa que ninguna lección le deja y sólo demuestra los rasgos de un psicópata en potencia.

En el caso de los 43 normalistas de Ayotzinapa, tarde se dieron cuenta sus padres de que sus hijos no estaban en las aulas, ni en una fiesta como cualquier adolescente o joven, ni mucho menos realizando actividades extracurriculares, porque de ser así, la historia hoy sería otra, ¿o no?