Luego de la invasión de Rusia a Ucrania, la Unión Europea (UE) y algunos países de América, entre ellos Estados Unidos (EU), anunciaron una serie de sanciones contra el país ruso. Asimismo, un alto funcionario de la Casa Blanca informó que lanzarán un grupo de trabajo transatlántico multilateral para identificar, perseguir y congelar los activos de las empresas y los oligarcas rusos “corruptos”; quienes amasaron sus fortunas a cambio de callar ante las vejaciones del Vladimir Putin y su gobierno.
De esto da cuenta el periodista y columnista Pablo Hiriart en su editorial publicada en Detona Real News:
Rusia: el costo del sí señor presidente
Sin más patria que sus empresas, se pusieron en manos de un enfermo de poder para ganar y ganar dinero, y ahora esconden yates, aviones, cuentas bancarias, bienes muebles, clubes de futbol, mientras su dinero en el extranjero es rastreado por Estados Unidos y la Unión Europea, para confiscárselos.
Aplaudieron al señor presidente cuando restringió libertades y callaron ante el encarcelamiento de Alexei Navalny, el único con fuerza para disputarle la presidencia a Putin.
Se hicieron de la vista gorda cuando el señor presidente arruinó y metió a la cárcel por 10 años a otro empresario, Mijail Khodorkovsky, porque se confrontó con Putin en televisión al decirle que altos funcionarios de su gobierno recibían sobornos para obtener contratos y canonjías.
Nada dijeron cuando manos criminales de las mafias cercanas al gobierno mataban y hostigaban a periodistas que eran críticos al señor presidente.
Crimea
Vieron sus proyectos demenciales, como invadir Crimea con soldados disfrazados de civiles, y nada dijeron, porque el señor presidente les dejaba ganar dinero a manos llenas y paseaban por el mundo su lujosa ostentación.
A esos empresarios que todo lo justificaron porque, decían, hay que apoyar al señor presidente por el bien de Rusia, se les acabó la fiesta de la asignación de obras, cargos y bienes gracias al dedito de Putin.
El loco, como era de esperarse, cometió una locura mayor, que trascendió sus fronteras.
Hoy esos empresarios son parias asustados que traen sus bienes a salto de mata.
La semana pasada, un alto funcionario de la Casa Blanca habló por Zoom con algunos periodistas, con el compromiso de no citar su nombre, y entre otras cosas dijo:
“Lanzaremos un grupo de trabajo transatlántico multilateral para identificar, perseguir y congelar los activos de las empresas y los oligarcas rusos sancionados: sus yates, sus mansiones y cualquier ganancia mal habida que podamos encontrar y congelar.
“Ya vimos los impactos de la cooperación transatlántica, cuando el gobierno francés incautó un buque de carga propiedad del sancionado banco ruso Promsvyazbank.
“Como parte de nuestro nuevo grupo de trabajo, estamos comprometidos con la implementación total de sanciones y otras medidas financieras y de cumplimiento contra el lavado de dinero con el máximo efecto en los funcionarios rusos sancionados y las élites cercanas al gobierno ruso, así como en sus familias y sus facilitadores, para identificar y congelar los bienes que posean en nuestras jurisdicciones.
“Como digo, perseguiremos sus yates, sus apartamentos de lujo, su dinero y su capacidad para enviar a sus hijos a universidades de lujo en el Oeste.
“También sancionamos a los oligarcas rusos y al círculo íntimo de Putin y a sus familiares, incluidos los compinches de Putin que se sientan en la cima de las instituciones financieras más grandes de Rusia y son responsables de proporcionar los recursos necesarios para apoyar la invasión de Ucrania por parte de Putin”.
El Departamento de Justicia anunció el miércoles la creación del grupo de trabajo KleptoCapture, para coordinar a los fiscales y otros investigadores federales en el esfuerzo por imponer sanciones contra los “oligarcas rusos corruptos”, informó The Washington Post.
El grupo de trabajo estará dirigido por un fiscal de la Oficina del fiscal federal para el Distrito Sur de Nueva York e incluirá jefes del FBI y el Servicio Secreto de Estados Unidos.
¿Quieren más?
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, aprovechó una visita a Chicago para resaltar la determinación del gobierno de despojar a los oligarcas rusos de su riqueza en respuesta a la invasión a Ucrania que ordenó el presidente Vladimir Putin.
“Hemos hecho que sea prioritario ir tras los oligarcas y las élites rusas que son clave para el poder corrupto del presidente Putin”, dijo Yellen.
Roman Abramovich, que era mecánico y vendedor ambulante, amasó una fortuna por su cercanía con Yeltsin y Putin, puso en venta al club inglés de futbol Chelsea, y políticos británicos exigen que se le confisque el dinero.
Por cierto, el yate de Abramovich, el Solaris, el más grande del mundo, con cancha de tenis, alberca, helipuerto y habitaciones para 100 personas, navegaba el viernes a toda prisa a buscar refugio en Maldivas.
El yate de Putin, el Graceful, zarpó de Hamburgo hacia algún escondite. Reuters informó que otros tres yates propiedad de magnates rusos también fueron vistos navegando en las aguas de Maldivas.
Entre ellos iba uno perteneciente a Vladimir Potanin, el magnate ruso del níquel.
Con destino a ese país ubicado en el océano Índico y compuesto por 190 islas, navegaba el yate Galáctica, propiedad del petrolero Vagit Alekperov, que tiene piscina con fondo de cristal.
Esta semana se sumarán nuevos nombres de empresarios que creyeron encontrar la ruta del oro aplaudiendo las locuras del autócrata, porque, decían:
“Hay que apoyar al señor presidente por el bien de Rusia.”
