Ricardo Anaya: no le gusta su reforma electoral

¿Hay alguien que acabe de entender las contradicciones de los políticos?

Esta vez se trata del dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya, a quien, al parecer, ya no le gusta la Reforma Electoral que se aprobó en enero 2014.

Y es que, luego de la andanada de críticas que recibió por la supuesta promoción de su imagen a través de tiempos oficiales del PAN –críticas que incluso lanzó su otrora mentor, Gustavo Madero–, el líder de los blanquiazules se dijo abierto a revisar la legislación electoral vigente y aun pidió una reforma integral.

Lo que yo propongo es que vayamos a una reforma electoral integral, donde se revise, sí, el modelo de comunicación política, incluyendo este asunto de los tiempos oficiales, de los spots, pero que también revisemos dos temas fundamentales que han quedado pendientes en la agenda nacional: la segunda vuelta electoral y las candidaturas comunes a nivel federal”, dijo Anaya.

Lo curioso de todo esto es que Anaya fue uno de los aguerridos impulsores de la reforma electoral del año pasado.

En ese tiempo, Anaya era la mano derecha de Gustavo Madero y su alfil en San Lázaro, y, como tal, se dedicaba a defender y ensalzar cualquier causa que su padre político le encomendara. Basta recordar cómo Anaya presumió todas las bondades de la Reforma Político-Electoral de 2014 –que si la equidad de género, que si castigos más severos por rebase de topes de campaña, que si debates, que si… , que si…– e, incluso, amenazó con trabar la reforma energética si antes no se aprobaban las leyes secundarias de la electoral.

Pero todo ha quedado atrás y, ahora que Ricardo Anaya ha sentido las presiones partidistas, mediáticas e incluso de sus propios correligionarios, parece que ha perdido la fe en la reforma que vendió como la gran respuesta a los problemas de la democracia mexicana. Y, en efecto, hoy nos dice que siempre no, que hay que volver a cambiar la legislación electoral.

Y por eso la pregunta, de haber otra reforma, ¿cuánto tardará Anaya en volver a decirnos que esa tampoco le gustó?