REVOCACIÓN DE… ESTATUA

La estatua de López Obrador de Atlacomulco fue decapitada como ocurrió el 4 de junio de 1966 con la de Miguel Alemán

El derribo y decapitación de la estatua del presidente Andrés Manuel López Obrador que había sido colocada en el municipio de Atlacomulco, estado de México, tiene un gran significado.

Lo que pareciera ser un mero acto vandálico recibió el aplauso de un muy amplio sector de la sociedad –expresado en redes sociales–  que no solo reprueba el gobierno de López Obrador sino el culto a la personalidad, una característica propia de los gobernantes populistas y autoritarios.

Muchos han comparado el acto de Atlacomulco con el derribo de la estatua del dictador de Irak, Sadam Hussein, o la de su similar de la ahora desaparecida Unión Soviética, Iosif Stalin.

Pero no hay que ir tan lejos. La estatua de López Obrador de Atlacomulco fue decapitada como ocurrió el 4 de junio de 1966 con la de Miguel Alemán, que había sido colocada 14 años antes en Ciudad Universitaria.

La estatua de Alemán fue producto de la zalamería del rector de la UNAM a principios de los años cincuenta, Luis Garrido, quien además le otorgó al entonces presidente de México un doctorado honoris causa. 

Alemán fue el primer civil en llegar a la Presidencia de la República luego de 26 años de gobiernos encabezados por militares surgidos de la Revolución. Con él se inició la etapa conocida como de “los licenciados”.

Si bien impulsó la industrialización del país y promovió grandes obras de infraestructura –como la propia CU— también se enriqueció y permitió que familiares y amigos lo hicieran mediante jugosos negocios al amparo del poder. 

Su gran megalomanía llevó al político veracruzano a ponerle su nombre a cuanta magna obra se le ocurría, como al Viaducto de la Ciudad de México, a una unidad habitacional, a hospitales y escuelas.

Como López Obrador, Miguel Alemán también soñó con la reelección o por lo menos con una ampliación de su mandato, algo que sí intentó, aunque nunca lo reconoció públicamente.

La estatua de Alemán en CU –muchos decían que el rostro se parecía al de Stalin— nunca fue bien recibida por la comunidad universitaria. A partir de su develación fue objeto de pintas de repudio, pedradas, incendios y un primer intento de derribo con dinamita en 1960, que fracasó.

Las autoridades universitarias decidieron enrejarla para protegerla y restaurarla, pero aún así, durante la madrugada del 4 de junio de 1966 su cabeza voló debido a la acción de la dinamita que fue colocada en el cuello.

El descabezamiento de las estatuas de Alemán en 1966 y de López Obrador en el arranque de este 2022 simbolizan el repudio de una buena parte de la sociedad a esa megalomanía, mesianismo, autoritarismo, populismo y ambición de poder, característicos de ambos. 

OFF THE RECORD

**DE VACACIONES

Gran polémica se ha desatado debido a que el gobernador de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, abandonó el changarro durante dos semanas para irse vacaciones a Brasil.

Aunque en realidad, a juzgar por la situación que prevalece en Morelos, El Cuau ha estado de vacaciones permanentemente.

**CACERÍA CONTRA INE

La persecución judicial en contra de seis consejeros electorales del INE por parte de la Fiscalía General de la República continúa, aunque el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Gutiérrez Luna, haya retirado su denuncia. 

Por eso, el presidente del INE, Lorenzo Córdova, pide que la FGR se desista de continuar con la indagatoria, tan absurda como inquisitoria. 

[email protected]

twitter:@pepecontreras_m