De acuerdo con la Fiscalía de los Estados Unidos, el sujeto sospechoso de haber detonado una bomba en un vehículo en la ciudad de Nashville, el pasado viernes 25, murió en el ataque.
Durante una conferencia de prensa, las autoridades federales y locales informaron que el responsable de este ataque se llama Anthony Quinn Warner, un hombre blanco de 63 años que vivía en el sureste de Nashville; los investigadores dijeron que usaron ADN para identificar los restos de este sujeto.
“Él estaba presente cuando la bomba estalló y pereció en la explosión”, afirmó el fiscal federal por el distrito central de Tennessee, Don Cochran.
Douglas Korneski, el agente especial a cargo de la oficina del FBI en Memphis indicó que el número de identificación del vehículo recreativo estaba registrado a nombre de Warner.
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Por otro lado, señaló que no había indicios que nadie más estuviera involucrado en este ataque, por lo cual apuntaron que esta explosión pudo haberse tratado de un atentado suicida.
Los investigadores creen que Warner sufría de paranoia en lo relacionado con esa tecnología punta y creía que podría servir para espiar a los estadounidenses, aseguró la cadena WSMV.
Eso encajaría con una de las posibles motivaciones para el ataque que están explorando los investigadores: la posibilidad de que tuviera como objetivo perturbar las telecomunicaciones en la zona.
Cabe recordar que la bomba detonó enfrente de un edificio de la empresa norteamericana de telecomunicaciones AT&T y ello provocó la interrupción del servicio de telefonía fija y celular de miles de personas en el estado de Tennessee.
Con información de Milenio y La Razón
MSA
