Reporte de la DEA deslinda al Ejército del caso Iguala

Las conversaciones telefónicas entre líderes del grupo criminal Guerreros Unidos en Chicago y sus cómplices en Iguala que interceptó la DEA, confirmó que la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa no fue un crimen de Estado.

La información proporcionada por el gobierno de los Estados Unidos a la PGR, revela además, que el Ejército no tuvo implicación alguna en estos hechos, aseguró el general Alejandro Ramos Flores, director de Asuntos Jurídicos de la Sedena.

En entrevista con Carlos Marín para El Asalto a la Razón, en Milenio Televisión, el militar negó que las fuerzas armadas hayan sido omisas durante los acontecimientos ocurridos en Iguala, Guerrero, el 26 y 27 de septiembre de 2014.

El teniente coronel Virgilio Hernández y Ramos Flores, resaltaron que se brindó protección y auxilio a  estudiantes que se resguardaron en una clínica, se realizaron labores de búsqueda de las víctimas y se apoyó a familiares.

“Estas intervenciones telefónicas derivan de una investigación distinta que llevaban a cabo las autoridades de Estados Unidos cumpliendo con los requisitos formales que su legislación les exigía, bajo una autorización judicial para llevar a cabo la intervención.

“Eso es importantísimo porque habla de la autenticidad y del rigor metodológico con el que se llevan a cabo estas intervenciones, lo que nos da mayor confianza y certeza de lo que ahí se refleja, pues corrobora quién está detrás de toda esta lamentable situación es el grupo criminal Guerreros Unidos”.

Cabe mencionar que, la Sedena ha atendido todas las solicitudes de información de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos y de la Fiscalía Especial para el Caso Iguala de la PGR.