Después de que se reportó un rebrote de COVID-19 en Pekín, las autoridades de salud chinas implementaron nuevas medidas de confinamiento, para evitar un incrementó en el número de contagios.
De acuerdo con la Comisión Nacional de Salud de dicha nación, en su capital se registraron 39 casos de coronavirus, después de casi dos meses sin contabilizar nuevas infecciones entre la población.
Cabe señalar que Pekín, en total, ha reportado 79 contagios, mismos que se supuestamente se originaron en un centro de víveres llamado Xinfad —mismo que fue cerrado—. En consecuencia, el personal sanitario redobló los controles de temperatura para las personas, sobre todo, en la entrada y salida de oficinas y zonas residenciales, acción que ya se había suspendido.
Por otro lado, el gobierno de Pekín señaló que la ciudad entró a “un periodo extraordinario” en el cual los ciudadanos deberán seguir trabajando, pero “en estado de guerra” con el fin de evitar la propagación del virus. Además, se ordenó el cierre de centros deportivos y culturales, en lo que se controla el brote.
No está de más remarcar que hasta el 12 de junio, Pekín había estado libre de infecciones locales, algo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) calificó como un “evento significativo”, que debe ser “investigado y controlado”.
"Last week, #China reported a new cluster of #COVID19 cases in Beijing, after more than 50 days without a case in that city. More than 100 cases have now been confirmed.
The origin and extent of the outbreak are being investigated"-@DrTedros
— World Health Organization (WHO) (@WHO) June 15, 2020
Con información de Radio Fórmula
