A lo largo de su gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha despilfarrado el dinero de los mexicanos en Petróleos Mexicanos (Pemex) para rescatarlo de la millonaria deuda que tiene, a fin de que la paraestatal se vuelva su “palanca de desarrollo”.
En ese sentido, su administración compró la refinería de Deer Park en Houston, Texas, y construyó la refinería “Olmeca”, en el municipio de Dos Bocas, Tabasco, para, según AMLO, alcanzar la autosuficiencia en 2024.
“Ya rescatamos la producción en Pemex sin endeudarla, (…) lo que queremos es que el petróleo no se venda, que no sigamos enviando crudo al extranjero, que procesamos toda nuestra materia prima para que no tengamos que comprar las gasolinas”, dijo el pasado 6 de julio de 2023.
Y añadió en esa “mañanera”: “Hay que ir a la autosuficiencia energética, igual que a la autosuficiencia alimentaria, para que no nos involucremos en los conflictos de las grandes potencias, de las hegemonías”.
Sin embargo, especialistas en materia energética señalaron que la adquisición de la refinería ubicada en Texas es “un gran acierto” del Gobierno Federal, mientras que la refinería de Dos Bocas “es un total error”; ya que la primera le genera valor a Pemex, y la segunda, incertidumbre y sobrecosto.
“Tenemos un gran acierto con Deer Park, ha sido de mi opinión, el proyecto corona de este sexenio”, aseguró Luis Chavarría, director general de Kepler Oil & Gas.
Crecen utilidades de refinería de Deer Park
El especialista destacó que la inteligencia de negocio por parte de Pemex para hacer el estudio, el modelo de negocio y la propuesta económica son elementos que se deben aplaudir, pues en poco tiempo se está recuperando la inversión y todo lo que venga más adelante será un margen de ganancia.
De acuerdo con el director general de Pemex, Octavio Romero Oropeza, cuando la empresa productiva del Estado tomó el control de Deer Park el año pasado, el complejo obtuvo una utilidad neta de 954 millones de dólares, y de enero a agosto de 2023 las utilidades netas sumaron 591 millones de dólares.
Chavarría señala que otro valor agregado de Deer Park es que no solo produce petrolíferos, sino también petroquímicos.
Y si se compara el nivel de procesamiento de crudo de la refinería de Houston con las seis que operan en México, Deer Park está casi a su máxima capacidad.
Dos Bocas, el otro lado de la moneda
Por otro lado, la refinería de Dos Bocas, cuya inversión originalmente estaba prevista en 8 mil millones de dólares, pero ya va en 18 mil millones de dólares, “y todavía no se ve que vaya a parar ahí la cuenta”, dice Chavarría.
Explicó que los horizontes de evaluación de Pemex en sus proyectos van cambiando. Por ejemplo, para una terminal de almacenamiento de hidrocarburos se hace un horizonte de evaluación a 20 años, y para una refinería o un complejo de este tamaño, los horizontes van de entre 30 y 50 años.
“¿Para qué? Para que los retornos de inversión por lo menos deben estar a la mitad. Quiere decir que si estamos haciendo horizontes a 30 años deberían estar a 15, si están haciendo horizontes a 50 años, el retorno debería estar a los 25 años”, indicó.
Y agregó: “Vamos a poner en contexto, que 8 mil millones estaban presupuestados a un horizonte de 50 años para tener un retorno a 25, y si ya estamos más del doble estamos hablando entre 50 o hasta 80 años de una recuperación”.
Por otro lado, dijo que la ubicación de la refinería en Dos Bocas tiene un pro y un contra. A favor es que tiene la producción de crudo cerca, pero la desventaja es que el consumo fuerte es en centro del país y se carece de infraestructura para transportar los combustibles, escenario que representará un costo extra para Pemex.
La refinería de Tabasco también enfrenta otro problema: le falta dentro de su configuración la oxigenación de gasolinas, algo necesario para su venta al público. Este factor significará otro costo adicional, ya que se deberá crear infraestructura o permitir que lo hagan empresas extranjeras.
Con información de Forbes México
MSA
