El pasado viernes 1 de julio de 2022, el presidente Andrés Manuel López Obrador inauguró la primera fase de la refinería “Olmeca”, que se construye en el municipio de Paraíso, Tabasco.
Presumió que esta megaobra era “un triunfo histórico” ya que gracias a ella se alcanzaría la “soberanía energética” del país.
“Ya estamos en la refinería de Dos Bocas, ya es un sueño convertido en realidad. Ya se inician los trabajos de prueba, creo que eso es lo más correcto para que comience a funcionar todo el conjunto. Nos decía Rocío (Nahle) que como lo conseguimos vamos a poder usar 340 mil barriles de petróleo”, comentó en aquel día.
Sin embargo, esta megaconstrucción faraónica resultó ser otro elefante blanco más del gobierno decadente, corrupto, autoritario, inepto, ineficiente y criminal del estulto de Palacio Nacional; pues esta refinería se ha vuelto en un barril sin fondos en el uso de recursos públicos.
Además, que no ha producido el número de barriles de combustible que se había previsto, cuando se prometió que produciría 170 mil barriles diarios de gasolina y 120 mil barriles de diésel.
A dos años de su inauguración, la producción, hasta el momento, no alcanza ni siquiera la mitad de la capacidad prevista.
De acuerdo con el portal Forbes México, esta refinería ha tenido diversos problemas técnicos y operativos los cuales han complicado su entrada de operaciones, así como su capacidad de producir combustibles.
Por otro lado, recordó que la refinería de Dos Bocas costaría en un inicio-8 mil millones de dólares; sin embargo, apuntó terminará con una inversión de 16 mil millones de dólares, es decir lo doble de lo previsto.
Con información de Forbes México y El Economista
MSA