La semana pasada las redes sociales Facebook, Instagram y WhatsApp, presentaron problemas de conexión a nivel global, lo que llenó de angustia a muchos internautas que optaron por hacer uso desmedido de Twitter para manifestar su inconformidad mediante mensajes y “memes”.
Lo cierto es que para un sector amplio de la población, las redes sociales se han convertido en una necesidad y forman parte de su vida cotidiana del ser humano.
El internet y las herramientas asociadas al mismo tenían como objetivo que la información fluyera de manera rápida y llegara a mas sectores de la población, sin embargo; los contenidos y el uso que se le ha dado no ha cumplido del todo dicho objetivo o ha tenido ciertos cambios.
El uso que se la ha dado a las redes sociales, en un gran porcentaje de los casos ha servido para la expresiones de viejas pasiones como la necesidad de ser visto y de ver al otro —-exhibicionismo y voyerismo—-, rivalizar con un otro, generar celos y envidia, la agresión.
Por lo general se busca publicar todo aquello que puede reflejar un ideal de forma de vida como pueden ser los viajes, ciertas posesiones como el coche nuevo o lugares a donde se suele ir a comer, o estados de ánimo ideales como las reuniones familiares o con amigos que pueden generar envidia.
Igualmente, las redes sociales satisface en el sujeto la necesidad de estar viendo —fisgonenando— lo que el otro hace o no hace a modo de esos programas de chismes que muestran la vida de ciertos personajes de la televisión y que mediante las redes sociales puede satisfacer la parte intrusiva que observa al otro.
Por otra parte, las redes también se han convertido en un medio ideal para poder descargara el enojo y la agresión que puede ir dirigida hacia un sector de la población o hacia alguna persona en especifico y en donde el agresor tiene la opción de hacerlo de manera anónima o con una identidad falsa para no tener que responsabilizarse de sus dichos.
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Sin embargo, uno de los cuestionamientos sobre las tecnologías de la comunicación es si mediante las redes sociales las personas han logrado comunicarse y establecer relaciones más cercanas, o si por el contrario, la relación que se establecen resultan ser una ilusión que encubre uno de los fenómenos más preocupantes del siglo XXI: la soledad.
Uno de las inquietudes que se generan cuando se publica algo es conseguir la mayor cantidad de “like” porque eso dará satisfacción a la necesidad de ser visto y además genera la sensación, también ilusoria; de ser aceptado. Sólo que esta sensación dura únicamente unos minutos para enseguida tener la necesidad de publicar algo más con el mismo objetivo, de conseguir “like”.
Se suele comentar que en redes sociales se tienen cierta número de “amigos” pero que sin embargo son personas con las que nunca se dará una convivencia, teniendo así una red de amigos en soledad.
De la misma manera, en las relaciones de pareja, toma mayor relevancia y resulta ser una muestra significativa de amor, si en su “estado” la pareja publica que está en una relación.
Como todo avance tecnológico, las redes sociales por sí solas no tienen una significación positiva o negativa; esto dependerá del uso que el sujeto haga de ellas.
Es responsabilidad de los usuarios darles un uso adecuado. Es cosa de todos los días la publicación de mentiras, linchamientos y difamaciones, la necesidad de obtener más seguidores resulta preocupante así como del aumento de los índices de depresión asociadas al uso de las redes.
El uso adecuado se puede lograr si el sujeto es capaz de reconocer las motivaciones conscientes o inconscientes que lo llevan a publicar determinados contenidos y a descargara otros y de esta manera reconocer las propias pasiones.