Recorte salarial de AMLO: ¿Por qué es una propuesta encaminada al fracaso?

Luego de que el virtual Presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador anunciara su política de austeridad, comenzaron a salir los números por el amplio recorte de salarios. Hay cifras que no cuadran y afectarían al propio gobierno del tabasqueño, a trabajadores y hasta empresas aseguradoras.

La reducción salarial que AMLO pretende aplicar sobre 53 mil 997 burócratas –mandos superiores– generará ahorros por 37 mil 582 millones de pesos anuales… Pero, habrá una caída en la recaudación por el Impuesto Sobre la Renta (ISR) por casi 19 mil millones.

De acuerdo con un análisis elaborado por “especialistas” cercanos a la administración que está por entrar y que publicó hoy El Universal, “en este escenario la recaudación del ISR sería de 8 mil 513 millones de pesos a una tasa promedio de 22.7 por ciento. Es decir, que la pérdida recaudatoria debido a la disminución salarial sería de 18 mil 976 millones”.

Es decir, con la reducción del 50 por ciento en tales percepciones salariales, el ahorro que en principio se podría obtener, en un futuro cercano impactará una menor base del impuesto por la disminución salarial, por lo que la tasa de impuesto aplicable será menor.

Aquí viene el problema de la seguridad social. El sueldo base (salario de cotización) es el que se emplea para calcular dichas aportaciones. De aplicarse la política de reducción y compactación salarial, habría un efecto en los ahorros esperados, ya que la disminución en el costo de los servicios personales no será “cara a cara”.

Así pues, por un lado la reducción en los salarios reducirá el costo de la nómina, pero por el otro, habrá un incremento en las aportaciones patronales a la seguridad social, así como una disminución en la recaudación por ISR.

Al final de cuentas, los ahorros no serán notorios, pues las percepciones se reducen y se compactan generando un ahorro para las finanzas públicas; un ahorro de 50 por ciento en la percepción bruta anual.

La recaudación por impuesto sobre la renta e impuesto sobre nómina se reduce a la mitad y las contribuciones patronales a la seguridad social se incrementan 152 por ciento, principalmente por el incremento en la aportación de ahorro solidario.

Un tema que probablemente causará más molestias y será un dolor de cabeza para Andrés Manuel López Obrador y su secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, quienes aparentemente vislumbraron el escenario, pero prefieren continuar con sus propuestas populistas.