Recientemente, el Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó un total de 424 millones de pesos en multas a todos los partidos políticos. ¿El motivo? Irregularidades en sus informes de fiscalización.
Una vez más, nos damos cuenta de que la trampa electoral –por decirlo suave– ya no es la excepción, sino la regla.
Y es que, según parece, la multas estarían contempladas en el presupuesto que reciben los institutos políticos desde que arrancan las campañas. Es decir, que antes de romper la regla, los partidos tendrían su “guardadito” para pagar las consecuencias de sus acciones.
Esto nos deja ver que, en las agrupaciones políticas, la trampa es premeditada. Además, nos enfrenta a una realidad que indigna: la deuda no será pagada con el dinero de los partidos, sino con dinero proveniente del erario federal.
Por eso nos preguntamos, ¿a quién le extraña que el 38 por ciento de los mexicanos relacione la corrupción sólo con la política?
De acuerdo con información que circuló en prensa, el partido que más sanciones recibió fue el PRI, con un total de 79.6 millones de pesos; en segundo lugar está el PRD, con 66.4 millones; y el PAN está en tercer puesto, con un total de 50.4 millones.
Evidentemente, los montos a pagar representan grandes cantidades de dinero; mismas que no salieron del bolsillo de ningún político sino de los impuestos de todos los ciudadanos.
De este modo, las instituciones políticas se salen con la suya una vez más y no importa que rompan las reglas y hagan trampa, ya que la corrupción está más que asumida, tanto por los funcionarios y a las autoridades, como por los ciudadanos.
