¿Qué pasó con Tlahuelilpan? A dos años de la tragedia, ni memorial ni explicación

A dos años y con una pandemia que hunde al país, no se pudo ni realizar una misa presencial como querían los familiares

Foto: El Universal

Fue hace dos años que el pequeño municipio Tlahuelilpan, Hidalgo, tuvo toda la atención del país debido a un terrible incendio que le quitó la vida a 137 personas. Después de dos años, no hay ni memorial ni explicaciones verdaderas de lo ocurrido.

Todo comenzó con una toma clandestina en un ducto de Pemex Tuxpan-Tula, sobre el kilómetro 226. En cuestión de horas, la zona se vio repleta de cientos de persona que buscaban obtener un poco de combustible de forma ‘ilegal’, aprovechando del descubrimiento.

Poco a poco llegaron también elementos del Ejército, Gendarmería y de la policía municipal que buscaban disipar, sin éxito, la multitud que se aglomeraba en la zona debido al rumor que comenzó a correr por la localidad.

Con la esperanza de frenar la toma ilegal y alejar a las personas, se decidió cerrar la válvula y así cortar el paso del combustible. Sin embargo minutos después, aproximadamente a las 18:52 horas, comenzó la pesadilla de cientos de personas.

Comenzaron a reportarse los heridos y por parte del Gobierno se crearon rápidamente brigadas para atender de urgencia a todos los quemados de gravedad; fueron transportados por tierra e incluso aire; en redes sociales comenzaban a circular videos de la explosión y el incendio que buscaban ser apagado por los bomberos y demás personal.

Al termino del día, el país era un caos que se enfocaba en la tragedia de Tlahuelilpan; se comentaba de todo, desde los culpables hasta el morbo causado por las imágenes que circulaban.

Para el 19 de enero del 2019, el presidente Andrés Manuel López Obrador llegaba a la zona de desastre y seguía desplegando acciones de respuesta ante el incidente, sin embargo, esa misma tarde, Pemex y demás peritos dieron por concluidas las labores en el sitio.

Fueron reportadas 137 pérdidas humanas a casusa del incendio y desde entonces, familiares y cercanos a las víctimas esperan ver realizadas las promesas del gobierno: un memorial oficial en la franja del accidente y la inversión económica en Tlahuelilpan y Tlaxcoapan, para mejorar y recomponer la zona del siniestro.

En el sitio, en aquella franja donde comenzó todo, solamente hay pequeños memoriales individuales que fueron colocados a falta del prometido; la zona está vacía y desolada por los recuerdos que trae esa noche y el gobierno sigue sin dar la cara.

A dos años y con una pandemia que hunde al país, no se pudo ni realizar una misa conmemorativa como se tenía planeado, pues las medidas de protección así lo dictaminan. A los familiares solo les queda una misa ‘virtual’ para recordar su pérdida después de otro año.

Aun con el coronavirus y todo lo que trabajo, en la zona tlahuelilpense se hacen recorridos por parte de Pemex y de la Guardia Nacional, ya que al menos se descubrieron otras doce tomas clandestinas en el municipio durante 2020. San Primitivo fue declarado ‘zona de tomas clandestinas’.

El gobierno sigue sin dar respuesta ante los familiares y pobladores, no hay fecha cercana para ver realizadas esas promesas que tanto alardeó López Obrador. De nuevo, el gobierno de la 4T demuestra que no le importa cumplir sus acuerdos y demuestra que no le importa México.

Con información de Milenio e Infobae

EY