Después de su arribo a Argentina como refugiado, Evo Morales, se reunió con sus hijos y dejó entrever que en México no lo trataron muy bien, o, por lo menos, eso es lo que manifestó el canciller de esa nación Felipe Solá.
“Evo está muy agradecido, nos dijo que se siente mejor acá que en México y no nos pidió ninguna custodia especial”, declaró el encargo de las relaciones exteriores argentinas.
Con esa declaración queda claro que Evo Morales nunca se sintió cómodo en nuestro país, a pesar de que se la trató como si todavía hubiese sido presidente de Bolivia. Aunque también cabe la posibilidad de que se sintiera traicionado por el primer mandatario Andrés Manuel López Obrador.
Con información Página 12
