Al poner tantos obstáculos para la transición, los alcaldes de Morena en las demarcaciones en donde este partido perdió las elecciones el pasado 6 de junio demuestran dos cosas: que no saben perder y que tienen mucho qué ocultar.
El pasado 6 de junio Morena perdió las elecciones en las alcaldías de Alvaro Obregón, Azcapotzalco, Miguel Hidalgo, Cuauhtémoc, Tlalpan y Magalena Contreras, que actualmente gobierna, y Benito Juárez, Coyoacán y Cuajimalpa, que ya estaban en manos de la oposición.
Los alcaldes salientes de las seis demarcaciones gobernadas actualmente por Morena se han negado a iniciar la transición con quienes serán sus sucesores de la alianza PAN-PRI-PRD.
Pero no es solo un asunto de ellos. El pasado 8 de agosto, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheiunbaum, emitió un decreto en el que estableció el 1 de septiembre como la fecha para iniciar de manera formal la transición.
La decisión es absurda, pues la toma de posesión de los nuevos alcaldes es el 1 de octubre, por lo que solo se tendrá un mes para hacer la entrega-recepción de las oficinas y revisar procedimientos administrativos que estén marcha.
Atrincherados en las faldas de Sheinbaum, los alcaldes que no fueron capaces de hacer ganar a su partido han tenido el tiempo suficiente para “limpiar” operaciones fraudulentas, destruir documentos, esconder irregularidades y rasurar aviadores de las nóminas.
¿Qué se estará ocultando, por ejemplo sobre la gestión de Layda Sansores en Alvaro Obregón? O de Víctor Hugo Romo en Miguel Hidalgo? ¿Qué tanto se estará limpiando en el despacho de la alcaldía Tlalpan, gobernada los últimos tres años por gente de Sheiunbaum?
Que a nadie le extrañe que a medida que avancen las nuevas administraciones se conozcan tropelías de los morenistas salientes, pues a pesar de las maniobras, no podrán desaparecer todas las evidencias.
OFF THE RECORD
**DE GUARURA A VOCERO
El nuevo vocero de Morena, Diego Alberto Hernández Gutiérrez, fungió un tiempo como guardaespaldas del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Hernández Gutiérrez es uno de los chapulines que brincaron de la Ayudantía del presidente a otros cargos.
Primero fue nombrado coordinador de las becas Elisa Acuña de la SEP y ahora es el vocero del partido en el poder.
Lo que es un hecho es que Diego Alberto sabe de todo, menos de comunicación.
**VAS TRAS ANAYA
Al parecer, las baterías de la Inquisición de la “4-T” están enfiladas hacia el ex candidato presidencial del PAN, Ricardo Anaya.
Así lo advirtió el mismo panista, en un video difundido el pasado sábado.
Lo único que la Fiscalía General de la República tiene en contra de Anaya son los señalamientos de el ex director general de Pemex, Emilio Lozoya.
Pero a la “4-T” le urge tender una nueva cortina de humo.
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