Este viernes, el periódico El Universal publicó que el Fiscal especializado para la Atención de Delitos Electorales, el señor Santiago Nieto, cobró como asesor de la bancada del PRD en el Senado de la República.
De acuerdo con el diario, Nieto se mantuvo en el cargo hasta cuatro días antes de asumir la titularidad de dicha dependencia.
El reportaje documenta que desde el 31 de diciembre de 2013 y hasta poco antes de entrar a la Fepade, Santiago Nieto cobró de la nómina de la bancada del PRD en el Senado. De hecho, cuando Nieto Castillo participó en la ronda de comparecencias ante la Comisión de Justicia del Senado, él trabajaba para el Senado.
A todas luces, estamos ante un conflicto de interés.
Sin embargo, aunque este caso tiene pico de pato, cola de pato y hace como pato… el señor Nieto dice que no es un pato.
Santiago Nieto Castillo asegura haber cumplido todos los requisitos legales y adicionales para ocupar el cargo.
Y es probable que tenga razón. Este escándalo no se debe a un asunto de cumplir requisitos, todo gira en torno al empleo de Nieto en la bancada del Sol Azteca.
Por otro lado, no está de más recordar que, hace días, la misma Fepade ordenó la detención de Arturo Escobar, quien entonces se desempeñaba como subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana.
A Escoba lo acusaron de cometer delitos electorales. No obstante, viene a cuenta preguntar, ¿quién asegura que el caso en contra de Arturo Escobar no responde a intereses, intenciones o mano negra del PRD? ¿quién nos asegura que el resto de los casos que lleva la Fepade no obedecen a intereses, intenciones o mano negra del PRD?
A propósito del caso Escobar, en nuestra colaboración en La Silla Rota dijimos que de fallar el caso en contra del ex subsecretario, el titular de la Fepade debía irse.
Hoy, a la luz de estas revelaciones, sólo queda preguntar, ¿debe Santiago Nieto seguir al frente de esta fiscalía?
