Dada la relevancia del tema y la gravedad del mismo, ya preocupan las decisiones de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ante el plagio de la ministra Yasmín Esquivel.
Entre las presiones que llegan cada mañana desde Palacio Nacional y las presiones de la opinión pública, en la UNAM están tratando de encontrar la manera de dar marcha atrás en el caso de la ministra Yasmín Esquivel para cuidar todos los flancos legales.
Ha trascendido que en la torre de Rectoría hay preocupación porque las decisiones tomadas hasta ahora no están suficientemente blindadas. Eso explica, dicen, que el rector Enrique Graue haya anunciado que se le dará a Esquivel “un espacio” para presentar las pruebas de su defensa, siendo que la UNAM ya la declaró culpable.
Sin embargo, donde la cosa se puede poner más espinosa es en el caso de la maestra Martha Rodríguez Ortiz, pues se le despidió por su propio testimonio de que compartía con otros alumnos las tesis de sus asesorados. Es decir, no hubo más pesquisa que la declaración de la propia inculpada.
Y como se está dando por cierta la afirmación de Rodríguez Ortiz, la lógica indica que la UNAM debería revisar más de 500 tesis y sancionar también a todos los que tengan trabajos de titulación similares. De ahí la preocupación de los directivos de la universidad.
En lugar de que le den certidumbre al caso y haya una sanción ejemplar, ya preocupan las decisiones de la UNAM ante el plagio de la ministra Yasmín Esquivel.
