No sorprende el resultado, pero sí la contundencia con que el PRD designó a Agustín Basave como su nuevo dirigente nacional.
Ayer, el propio Basave decía en entrevista para La Otra Opinión que varios líderes de corriente le habían expresado su apoyo; sin embargo, pocos imaginaban que la figura de este académico pudiera unir a casi todo el PRD.
Y es que Basave obtuvo 295 votos en el Consejo Nacional del PRD. Esto significa que la del expriísta será una presidencia casi de unanimidad, cosa extraña para un partido cuya historia se encuentra llena de luchas fraticidas y nada democráticas por el control de la izquierda partidista.
Todo indica que las tribus del PRD comienzan a entender que la división en sus filas no hará sino fortalecer a la Morena de López Obrador, que, con todo lo cuestionable de su propuesta, ha logrado desplazar a los amarillos de las preferencias de los electores en no pocos estados y aún en su bastión histórico: el Distrito Federal.
Por otra parte, “Los Chuchos” seguirán teniendo mano en la dirección del partido con Beatriz Mojica en la Secretaría General. Para nadie es un secreto que la excandidata al gobierno de Guerrero vigilará los intereses de Nueva Izquierda y que sus jefes responden al nombre de Jesús.
Ahora queda por ver el rumbo que Agustín Basave, el socialdemócrata, dará a un partido que ha naufragado en el pragmatismo de sus prácticas y que, como resultado de esto, se halla en la peor crisis de su historia. Tampoco debe perderse de vista el tipo de relación que el PRD de Basave establecerá con el eterno candidato presidencial; pues es sabido que, contrario a los conflictos que existen entre Los Chuchos y AMLO, Basave tiene con éste cierta simpatía que podría ayudar a unificar de nueva cuenta a la izquierda con miras a 2018 y escala en 12 estados el año próximo.
