La Fiscalía de Perú confirmó este miércoles la detención del expresidente Pedro Castillo en Lima, por el presunto delito de rebelión luego de su intento fallido de disolver el parlamento y con ello evitar su destitución.
En un comunicado, señaló que el Ministerio Público ha indicado que se acusa a Castillo de quebrantar el orden constitucional, de forma que ha anunciado que se dispone a iniciar diligencias en base a los artículos 346 y 349 del Código Penal, por rebelión y conspiración.
De acuerdo con el artículo 346 de la legislación peruana, el delito de rebelión es definido como “el que se alza en armas para variar la forma de Gobierno, deponer al Gobierno legalmente constituido o suprimir o modificar el régimen constitucional” y recoge que “será reprimido con pena privativa de libertad no menor de diez ni mayor de veinte años y expatriación”.
“Se ha procedido conforme a ley, se impuso un derecho fundamental que es ser procesado o investigado por la imputación de un delito”, agregó la Fiscalía.
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La detención de Castillo Terrones en la Prefectura de Lima fue supervisada por la fiscal de la Nación (general), Patricia Benavides Vargas, quien expresó su rechazo al quebrantamiento del orden constitucional.
“El peor peligro que afrontamos hoy como sociedad es la ‘normalización de la corrupción’ (…) es un peligro porque socava las bases mismas de la convivencia social y se constituye como un delito que afecta los derechos humanos”, declaró.
Castillo se ha dirigido a la oficina de la Fiscalía en Lima junto a su familia y al exprimer ministro Aníbal Torres.
Con información de El Economista y Publimetro
MSA
