Por: Psic. Ma Elena Salazar P.
El silencio de su habitación era su única compañía y cómplice, esas cuatro paredes le brindaban la intimidad que necesitaba en ese momento. Alicia, una chica de 14 años de edad que cursaba el segundo grado de secundaria; se dirigía al sitio que solo ella sabía y con movimientos casi ceremoniales, extraía de su escondite una pequeña caja de madera.
Esa cajita contenía una navaja que obtuvo de un sacapuntas y que utilizaba para hacerse pequeñas cortadas en un brazo, en una pierna, o en el abdomen heridas que no quedaban expuestas a los ojos de los demás.
Ahora bien, ¿qué motiva a un adolescente —hombre o mujer—-, a recurrir a infringirse auto-lesiones?, ¿que implicaciones tienen estas prácticas?
Las auto-lesiones que el sujeto mismo se provoca por medio de cortes en la piel. Cortes que no tienen la intención de un suicidio, sino que son superficiales en zonas del cuerpo que no tienen mucha sensibilidad y que pueden cubrirse.
Los cortes se realiza en solitario, es una acción cuidada y cautelosa. Suelen hacerse siguiendo un patrón, ya sea líneas paralelas verticales u horizontales y solo cuando esta acción es repetitiva, se puede hablar de cuting.
Esta práctica puede estar en relación con una forma de acting, es decir, aquellas emociones que no pueden ponerse en palabras y entonces se actúan por medio de generase cortes en la piel. También puede estar representando estados de angustia, goce, dolor que el sujeto no logra procesar por medio de un duelo o de angustia.
Existen adolescentes que esconden las cicatrices que dejan los cortes porque no quieren que sean vistos pero hay otros que pretenden que todos los demás los vean con el fin de comunicar los conflictos por los que están pasando.
Sin embargo, los cortes que están a la vista de los demás, no los vuelven un discurso, es decir, no son una forma de expresión que logre transmitir los conflictos por los que el adolescente esté pasando, y por el contrario; muchas veces lo que consiguen es sentirse perseguidos por los padres pero sin poder establecer un dialogo.
El cortarse es sinónimo de alivio para muchos adolescentes pero está lejos de ser la solución de los conflictos por los que atraviesan como pudieran ser los cambios corporales, la relación con los padres, lograr ser parte de un grupo de amigos, el futuro, la sexualidad y un largo etcétera.
El acto de infringirse cortadas es un tipo de conducta auto-destructiva que en un principio, no tiene la intención de atentar contra la propia vida y las lesiones no son severas; el objetivo es el de “aliviar un dolor emocional insoportable”.
Como nunca se hace indispensable que los padres se acerquen a sus hijos adolescentes, que puedan escuchar sus miedos y contener sus ansiedades
El gran peligro de esta conducta auto-destructiva es que si el menor no logra encarar y resolver los conflictos emocionales por los que atraviesa, esta conducta puede transformarse en un acto suicida, por lo que siempre es recomendable e indispensable el acudir por ayuda con un especialista.