Ricardo Anaya pidió perdón por la forma en la que se definió la candidatura presidencial que se agandalló y hoy ostenta. Fue durante su ponencia del pasado miércoles ante alumnos del ITESO cuando el candidato de Por México al Frente ofreció una disculpa a quien haya salido “lastimado”.
Pero, ¿por qué pidió perdón Anaya? ¿Cuáles fueron sus pecados en el agandalle de la candidatura panista? A continuación, se rememoran algunos imperdonables que cometió con tal de conseguir su objetivo.
Se adueñó del PAN
Abusó de su poder como presidente nacional del Partido Acción Nacional (PAN) para adueñarse de las decisiones y hacerse de lealtades por medio de su sistema de “moches”, con el que condicionaba la asignación de recursos federales de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para municipios gobernados por el PAN.
Como lo dio a conocer el columnista Ricardo Alemán, las ganancias de Anaya como intermediario entre la SHCP y alcaldes, legisladores y presidentes municipales del blanquiazul, era un porcentaje de los recursos federales destinados a sus localidades, así como las lealtades de los propios beneficiados.
Dichos recursos provenían de la partida del Ramo 23, una bolsa de dinero público no auditado.
Se impuso como el único presidenciable
Anaya suprimió cualquier oportunidad para que otros panistas buscaran abanderar al blanquiazul en las elecciones presidenciales de este 2018.
La más afectada por este acto de autoritarismo fue la exprimera dama de México, Margarita Zavala, quien, inclusive, gozaba de mayor popularidad en las encuestas de opinión.
Zavala en repetidas ocasiones denunció las evasivas de Anaya para elegir de manera democrática al candidato panista y tras 33 años de militancia en ese partido terminó por renunciar y buscar una candidatura por la vía independiente.
Deshonró a la militancia con la alianza PAN-PRD-MC
A Ricardo Anaya le interesó más conseguir la candidatura presidencial que escuchar a los simpatizantes del PAN de todo el país.
Anaya Cortés atropelló la voluntad de alrededor de 400 mil militantes y deshonró su ideología al pactar una alianza con los izquierdistas PRD y MC, hecho que vulneró la unidad de su institución política y le generó un gran rechazo interno.
Con estas nocivas acciones concretadas por Ricardo Anaya, el llamado “joven maravilla” decidió aplicar el dicho popular “más vale pedir perdón que pedir permiso”.
