¿Por qué nadie defiende al hijo de El Chapo?

En las imágenes que acompañan esta nota vemos a dos hombres sometidos a punta de pistola, ambos están hincados y con las manos en la cabeza. Por lo que se sabe uno de ellos es Jesús Alfredo Guzmán Salazar, el hijo de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo.

En las fotografías no se distingue muy bien el entorno, sin embargo sabemos que los personajes de la foto se encuentran en el restaurante La Leche, ubicado en Puerto Vallarta.

Además, descubrimos que los dos hombres ya están de pie y aparentemente van a salir del lugar en condición de plagiados.

Las fotos fueron sacadas de los vídeos de seguridad del restaurante en donde ocurrieron los hechos, la madrugada del pasado lunes, pero apenas comenzaron a circular hace unas horas.

De acuerdo con la información, sabemos que quienes se llevaron al hijo del Chapo y a cinco de sus acompañantes fueron siete sujetos miembros de la organización delincuencial Cártel de Jalisco Nueva Generación, el cual –dicen los enterados– podría ser encabezado por El Güero Palma y Caro Quintero.

El fiscal de Jalisco declaró a los medios que para aclarar los hechos se han realizado 30 diligencias de investigación y 25 dictámenes periciales.

Era de esperarse la actuación de las autoridades de manera inmediata, sin importar la identidad de los plagiados. Sin embargo, hasta el momento no han faltado aquellos que condenan su búsqueda, argumentando que por ser narcotraficantes no se deberían invertir

recursos y tiempo para dar con su paradero.

Por eso nos preguntamos, ¿dónde están los que abogan por los derechos humanos?

En el incidente de los normalistas de Ayotzinapa ha quedado demostrado un vínculo entre los estudiantes y el crimen organizado, por eso preguntamos: ¿cuál es la diferencia entre un caso y otro?

Todos son seres humanos y tienen derecho a las mismas garantías, ¿o no?