Organizaciones indígenas y de derechos humanos adheridas al Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) advirtieron que Chiapas está al borde de una guerra civil por la presencia de paramilitares, sicarios de diferentes cárteles que se disputan plazas y grupos de autodefensa.
En un comunicado, las organizaciones denunciaron una serie de ataques perpetrados en su territorio y otros puntos del estado, entre ellos la comunidad Moisés Gandhi, por parte del grupo paramilitar denominado como Organización Regional de Cafeticultores de Ocosingo (ORCAO).
“El Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), que ha mantenido la paz y ha desarrollado su proyecto autonómico en sus territorios y que ha tratado de evitar el choque violento con paramilitares y otras fuerzas del Estado mexicano, es hostigado, agredido y provocado constantemente”, señalaron.
Por ello, urgieron a que se ponga un alto a la violencia paramilitar, “porque el no hacerlo significa dejar que México se sumerja aún más en ésta guerra interminable que lo está despedazando”.
“Exigimos justicia para Jorge López Santíz. Exigimos la disolución absoluta de la Organización Regional de Caficultores de Ocosingo (Orcao). Exigimos que se investigue a profundidad al gobierno de Rutilio Escandón. Exigimos que el silencio de (Andrés Manuel) López Obrador deje de ser cómplice de la violencia en Chiapas”, pidieron.
Denuncian que la 4T ha guardado silencio ante incremente de ola de violencia
El pasado 22 de mayo Jorge López Sántiz, indígena tseltal y miembro de las Bases de Apoyo del EZLN, fue víctima de un ataque armado que pone en peligro su vida, ya que recibió un disparo en el lado izquierdo del pecho.
La comunidad autónoma Moisés y Gandhi, está ubicada en el municipio autónomo Lucio Cabañas (Ocosingo, Chiapas).
Los ataques y desplazamientos de población continúan en Chiapas, además, las organizaciones denunciantes señalan que desde el gobierno de Carlos Salinas de Gortari hasta la administración de Andrés Manuel López Obrador, ha habido intentos de aislar, deslegitimar y exterminar al EZLN.
Asimismo, cuestionan el silencio del mandatario tabasqueño, a pesar de que el pasado 27 de mayo, una base adherida al movimiento zapatista se manifestó frente al Palacio Nacional exigiendo al gobierno federal que “cumpla sus promesas a los pueblos indígenas y ponga fin a las agresiones paramilitares en territorio zapatista”.
Las organizaciones también enfatizan que el ataque de la ORCAO no es un conflicto entre comunidades, como pretende hacerlo ver el presidente López Obrador.
El conflicto es responsabilidad directa de los gobiernos de Chiapas y el Federal. El primero, por no tomar medidas ante el crecimiento de los grupos criminales que han convertido a Chiapas en un foco rojo de violencia, y el segundo, por guardar silencio y mostrar pasividad ante la evidente situación en el sureste del país, expresaron las organizaciones en una conferencia de prensa.
Ante esta ola de violencia, las organizaciones adheridas al EZLN están convocando a una marcha que se llevará a cabo el próximo 8 de junio y que partirá del Ángel de la Independencia hacia la plancha del Zócalo de la Ciudad de México.
Se prevé que varios estados se unan a esta convocatoria en solidaridad al zapatismo y en rechazo a los actos de violencia.
Son 800 organizaciones, colectivos y personalidades que han firmado un comunicado en el que solicitan el cese de las agresiones en territorio zapatista, exigen justicia para Jorge López Sántiz, quien resultó herido.
Finalmente, piden la disolución de la ORCAO, ya que la violencia en Chiapas ha generado una profunda preocupación y hacen el llamado a las autoridades a garantizar la seguridad y protección de las comunidades indígenas, así como el respeto a sus derechos humanos en la entidad.
Con información de El Sol de México y Expansión Política
MSA
