¡Por fin..! Oaxaca tiene ley educativa

La noche del sábado 9 de abril –a las 11 de la noche–, el Congreso de Oaxaca finalmente armonizó la ley educativa.

A poco más de cinco días de que venciera el plazo que fijó la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los diputados oaxaqueños sesionaron 15 minutos y cumplieron con su obligación y compromiso.

Como seguramente recuerda, durante meses, el Poder Legislativo de Oaxaca se resistió a empatar las leyes educativas locales con los mandatos del gobierno federal y su reforma educativa.

Ya las presiones del magisterio disidente, ya la falta de liderazgo y capacidad de negociación del gobernador Gabino Cué, ya la falta de voluntad política, ya la razón que se guste; los oaxaqueños carecían de leyes educativas compatibles con la reforma que discutió, modificó y aprobó el Congreso de la Unión.

No obstante, con 26 votos en lo general y 28 en contra; diputados del PRI, PAN, PRD y algunos legisladores independientes se tomaron 15 minutos para destrabar un dictamen que tenía más de un año y medio congelado.

Para llegar a este momento, hizo falta que el gobierno federal promoviera controversias constitucionales, que el Congreso de la Unión aprobara puntos de acuerdo; que la Suprema Corte de Justicia de la Nación amenazara con desaforar a todos los diputados de Oaxaca; que la prensa local y nacional denunciara a los farsantes, que las organizaciones ciudadanas promovieran amparos y denuncias; que instancias internacionales cuestionaran el trabajo del congreso local y que los propios oaxaqueños exigieran a sus representantes que hicieran su trabajo.

Como sea, el momento llegó y Oaxaca ya tiene una ley educativa que empata con el proyecto de nación que echó a andar la administración Peña Nieto a través de sus reformas estructurales.

Pero hay más.

La súbita acción del Congreso local dejó ver que cada vez son menos los hilos que tira el magisterio disidente. Es decir, que luego de perder el control del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca –IEEPO–, la CNTE se ha quedado sin mecanismos de presión y de control; sin esquemas de amenaza y sin instrumentos para controlar y doblar a las autoridades educativas del estado.

Por eso, gracias a que la mafiosa CNTE ha sido desarticulada y debilitada sistemáticamente, los oaxaqueños ya tienen una ley educativa a la altura de sus necesidades.

Ahora bien, esta victoria de la ley es menor frente al reto que espera al estado de Oaxaca, ¿por qué? Porque a partir de ahora, habrá que esperar a que las leyes educativas rindan frutos. O si lo prefiere, que podrían pasar hasta 20 años antes de que se perciban los primeros resultados de una ley que tomó casi dos años aprobar.

Por eso, el camino a partir de ahora será cuesta arriba. Aun así, es importante reconocer y aplaudir a los diputados que hicieron lo que debían, a los legisladores que cumplieron con su compromiso y a los representantes populares que velaron por el interés de los oaxaqueños e hicieron a un lado el yugo que impuso un poder fáctico como la CNTE.