Los partidos Acción Nacional (PAN) y Movimiento Ciudadano (MC) incurren en un franco acto de irresponsabilidad al renunciar a las mesas de diálogo convocadas por la Secretaría de Gobernación (Segob), ya que ponen en riesgo la seguridad de sus candidatos.
Las mesas de diálogo fueron establecidas por el gobierno federal para tratar con los partidos políticos temas de seguridad urgentes respecto a la violencia sufrida por aspirantes a las elecciones del próximo 1 de julio.
El tema es imperante porque, en lo que va de este proceso electoral, se han perpetrado 30 asesinatos de candidatos a cargos de elección popular, de acuerdo con cifras oficiales difundidas por la Segob.
No obstante, el diario El Heraldo de México hizo un recuento en el que el resultado da un total de 68 asesinatos políticos y algunas agresiones más, lo cual convierte a la seguridad en un tema todavía más apremiante.
En representación del PAN, Damián Zepeda, y Dante delgado, dueño de MC decidieron abandonar las imperiosas charlas con la Segob y romper de tajo la relación con el gobierno federal, con el pretexto de la presunta guerra sucia contra su candidato, Ricardo Anaya, acusado de triangular de 54 millones de pesos.
En respuesta, la Secretaría de Gobernación responsabilizó a Zepeda y Delgado de convertir las mesas de diálogo en un tema político, cuando en realidad se trata de un tópico meramente de seguridad para sus correligionarios durante las campañas electorales.
A pesar de la repentina cerrazón de los partidos blanquiazul y naranja, antes de su “berrinche”, mostraron apertura para dialogar con las autoridades especializadas en seguridad, no así el partido propiedad de Andrés Manuel López Obrador; Morena, el cual no envió representante a ninguno de los encuentros en la Segob.
