Este jueves, la CNTE difundió un video para promocionar la 11a edición de la “Guelaguetza magisterial”, celebración alternativa a la Guelaguetza organizada por los gobiernos federal y local.
Gustavo Manzano, Secretario Técnico de la Sección 22 de la Coordinadora afirmó que en el evento organizado por el magisterio disidente será gratuito, no perseguirá ningún fin político, y será exclusivamente “para el beneficio del pueblo de Oaxaca”. ¿Cómo beneficiará este evento al pueblo oaxaqueño? ¿usted sabe? Nosotros tampoco.
Al ritmo de sones y jarabes mixes, el video muestra a bailarines ataviados con vestimentas típicas de diversas regiones del estado de Oaxaca. Las danzas típicas se desarrollan sobre automóviles y autobuses quemados que fueron utilizados como barricadas en enfrentamientos entre la manifestantes y la policía. También se muestra a los danzantes en lugares de importancia simbólica para la “lucha magisterial”, como la supercarretera Oaxaca-Cuacnopalan, en Asunción Nochixtlán y la famosa Vulcanizadora Reyes, donde un agente federal fue capturado en una fotografía apuntando a un grupo de civiles.
Con dichas imágenes, la CNTE intenta resignificar el escenario de una zona de guerra como un espacio cultural. Sin embargo, meses de enfrentamientos, de bloqueos y de manifestaciones pesan más sobre la percepción de la opinión pública que un video de 2 minutos y 8 segundos de duración.
En el video, la CNTE afirma que sus ancestros le enseñaron a “respetar la tierra y defenderla de sus agresores”. No obstante, las acciones de la Coordinadora muestran que los agresores son sus propios miembros. Tras el caos de los recientes meses en la región, la industria hotelera de Oaxaca ha reportado la cancelación de cerca del 25 por ciento de las reservaciones que tenía para el periodo que comprende del 23 al 25 de junio –días en que se celebrarán ambas Guelaguetzas–.
Y es que la “Guelaguetza magisterial” no es sólo una celebración alternativa. Se trata de un boicot orquestado por la CNTE en perjuicio de la “Guelaguetza oficial”; un instrumento de presión al que la Coordinadora ha recurrido desde 2006 para forzar al gobierno a atender sus demandas.
La pérdida económica causada por el impacto de las acciones de la CNTE en el turismo no sólo afecta al gobierno oaxaqueño; también perjudica a cientos de familias que reciben ingresos del turismo. ¿Cree la CNTE que así beneficia al pueblo? ¿O es que su cinismo no conoce límites? Mientras la “gente que vino de las nubes” –como se autodenominan los miembros de la Coordinadora en el video– bandaliza las calles, la economía y –sobre todo– la calidad de la educación que recibe el pueblo oaxaqueño están por los suelos.