Perdí en Tabasco

Hoy vuelvo a escribir con el ánimo caído. Me siento derrotado… otra vez.

Perder la elección del municipio de Centro podría ser para Morena (y para mí) el preludio de un 2018 funesto.

¿Por qué?

Porque Tabasco es mi estado. Porque en ese lugar hice mucho. Porque iluminé (gratis) a los tabasqueños. Aun así, hubo malagradecidos que dieron su voto al partido amarillo, a esos mafiosos del PRD. A esos que me echaron.

Tengo miedo. Si eso ocurrió en Tabasco, ¿qué me espera para las elecciones presidenciales?

Estoy convencido que los mexicanos gustan de la mala vida. Son traicioneros, todos, hasta los hermanos. Pero ése es tema del pasado.

¿Qué es más doloroso? ¿Tavo aplastado por el delincuente de Gaudiano? ¿perder en mi Tabasco? ¿saber que pierdo popularidad? ¿darme cuenta que ha pasado mi tiempo como político? ¿perder vigencia? ¿estar rancio?

¡Rancio..! Así me siento.. ¡Y loco! ¡Loco de ira!

Estoy enojado, tengo sentimientos encontrados. ¿Qué será de Centro sin Morena? ¿qué será de Tabasco sin la salvación de mi Morena? ¿qué será de México sin mí?

Insisto, tengo sentimientos encontrados. Lo que pasó en Tabasco fue el remate de una pésima semana.

Ya me quitaron mis spots de televisión y radio. ¡Otra vez me quieren borrar..!

¡Y para colmo! El mafioso chiflado de Beltrones me acusa de fraude.

Ese farsante no entiende que yo no hago promoción personal de Morena en tiempos oficiales del partido. No señor. ¡Yo soy el partido! ¡Yo soy Morena! ¡Yo soy Obrador, el verdadero presidente de México! ¡Yo hago lo que se me dé la gana porque es mi derecho como legítimo mandatario!

Pero basta por hoy.

Debo relajarme si no quiero verme desencajado en la gira por Oaxaca.

Debo serenar mi ánimo loco. La gente no puede verme así.