“Pensé que iba a morir”: mexicana cuenta cómo sobrevivió a la estampida en Corea del Sur

Juliana logró salir del callejón, pero sufre ahora de rabdomiólisis, que se produce cuando el oxígeno no llega a los músculos

mexicana sobrevivió a estampida
Especial

La mexicana Juliana Velandia Santaella, de 23 años de edad, narró el terror que vivió por varios minutos al ser parte de la tragedia durante las celebraciones de Halloween en Seúl, Corea del Sur, donde murieron más de 150 personas aplastadas.

“Estaba totalmente paralizada. No podía mover ni siquiera los dedos de los pies”, recuerda con una sorprendente entereza la joven originaria de Mexicali.

Juliana logró salir del callejón, pero sufre ahora de rabdomiólisis, que se produce cuando el oxígeno no llega a los músculos (en caso de aplastamiento, por ejemplo) y la descomposición del tejido pasa al torrente sanguíneo, pudiendo dañar después los riñones, además de provocar otras posibles secuelas.

“Caminamos unos metros, doblamos a la izquierda y en el callejón ocurrió todo. Yo estaba en la parte de arriba de la pendiente. Y todos empezamos a caer hacia abajo. Nos empezaron a empujar, a empujar, a empujar y no paraban”, rememora la bajacaliforniana sobre el momento en que trataron de llegar a la avenida principal del barrio, Itaewon ro, a través de la mencionada callejuela, de apenas 3.2 metros de ancho.

“En un punto nos empezaron a empujar tanto que la perdí (a mi compañera) de vista. Ya no sabía dónde estaba. Me empezaron a aplastar todo mi tórax y no podía expandir mis pulmones y no podía respirar”, añade en una entrevista telefónica.

“Me di cuenta que la única manera de poder seguir respirando era por la boca. Estuve haciendo respiraciones muy cortas y rápidas por la boca”, rememora Velandia. “Pensé: ‘Vale, soy la siguiente’. Realmente pensé que iba a morir”, dijo.

Te puede interesar | Confirman a dos mexicanas entre los heridos de la estampida en Corea del Sur

Una vez que levantaron al joven inconsciente que estaba encima de ella, pudo respirar mejor y un muchacho coreano, que no era de los equipos de rescate, empezó a tirar de ella.

“El problema es que mis piernas seguían atoradas entre todos los cuerpos. No podían levantarme. Este muchacho me ayudó a sacar mis piernas de entre los cuerpos. Cuando me liberaron miré el celular y eran las 22:58 de la noche. Quiero suponer que estuve ahí atrapada entre 30 y 40 minutos”, afirma.

Velandia tardó varios minutos en poder volver a caminar porque sus piernas seguían dormidas por la falta de circulación.

“No encontraba a mi amiga, me quedé una hora esperando a ver si encontraba… su cuerpo”, relata con gran pesar.

Afortunadamente la encontró gracias a que su compañera, que perdió el celular en el tumulto, pudo marcar su número desde el teléfono de otra persona cuando ella también logró salir con vida de ese callejón.

“Nos abrazamos y lloramos mucho cuando nos vimos porque realmente pensábamos que la otra estaba muerta”, dijo Velandia. “Es un verdadero milagro que estemos vivas”.

 

 

Con información de EFE