Este jueves, después de que Pemex terminó de comprar la refinería de Deer Park, ubicada en Texas, Estados Unidos, Moody ‘s redujo la calificación a ésta, de A Baa3 desde Baa2 y colocó sus calificaciones en revisión para rebajarlas.
La agencia detalló que la rebaja en las calificaciones senior no garantizadas de Deer Park a Baa3 refleja la expectativa de Moody ‘s de que la recuperación de las ganancias de la refinería y el perfil de apalancamiento será más allá de 2021.
Además, a la espera de la finalización de la transacción de venta que anunció Pemex, Moody ‘s espera que Deer Park administre proactivamente sus requisitos de liquidez y financiamiento en 2021.
La calificadora también contempló el refinanciamiento de una línea de crédito renovable a corto plazo de 130 millones de dólares, que vence en julio de 2021 con los ingresos de los préstamos de los socios.
“La revisión para la baja de las calificaciones de Baa3 refleja aún más la expectativa de Moody’s de que luego de la venta, las calificaciones de Deer Park serán impulsadas principalmente por su dinámica crediticia independiente y el perfil crediticio mucho más débil de Pemex. La calificación Baa3 aún se beneficia de una mejora de calificación de varios niveles, que está principalmente vinculada a Shell y también tiene en cuenta varios acuerdos de mejora crediticia, incluidos préstamos para accionistas y acuerdos de respaldo de liquidez, comprometidos tanto por Shell como por Pemex”, explicó la agencia.
En ese sentido, la agencia detalló que la revisión de las calificaciones evaluará las enmiendas, si existen, a los términos del compromiso con Shell, incluyendo la adquisición de materias primas y productos de refinación por parte de Deer Park, que actualmente se gestiona por Shell.
“El sitio de refinación de Deer Park está integrado y comparte la ubicación y algunos servicios con la planta química de Shell en Deer Park”, agregó.
También evaluarán apoyo del gobierno mexicano
Moody ‘s también va a evaluar la nueva estructura de capital y las provisiones de liquidez, luego del cierre de la venta, así como la política financiera bajo la propiedad de Pemex, y el apoyo esperado de ésta y del gobierno mexicano.
Qué más pruebas se necesitan para demostrar que la compra del total de activos de la refinería de Deer Park fue uno de los peores negocios que pudo hacer Pemex, pero en tiempos de la “Cuarta Transformación” este tipo de decisiones no extrañan.
Con información de El Universal
JZ
