A dos años de la llegada de Andrés Manuel López Obrador al poder, Petróleos Mexicanos (Pemex) seguirá dependiendo del apoyo del gobierno para afrontar sus compromisos de deuda e inversión y evitar una baja de la calificación, así lo señaló la calificadora Moody’s.
En 2021, las necesidades financieras de Pemex ascenderán a 14 mil 700 millones de dólares, incluido un flujo de efectivo negativo de 9 mil mdd, lo cual deberá solventar con deuda, apoyo gubernamental o ambos, de acuerdo con la calificadora.
En su análisis semestral sobre la petrolera mexicana, la calificadora señala que, dada la perspectiva negativa de la calificación asignada a la compañía y el panorama poco alentador para su generación de efectivo, Pemex seguirá dependiendo de las finanzas públicas al grado que un menor respaldo del gobierno podría llevar a una baja de su calificación.
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Al mismo tiempo, ante una baja en la calificación de Baa1 del soberano, Pemex sólo podría mantener su actual calificación de Ba2 solo si mejorara su liquidez como para poder financiar por sí misma las suficientes reinversiones de capital para, por un lado, reemplazar completamente sus reservas de crudo y generar un modesto crecimiento de la producción y, por el otro, generar suficiente flujo libre de efectivo para reducir la deuda, añadió la calificadora.
SG
