En una medida un tanto extrema, el catedrático de la Escuela de Economía de Estocolmo, Suecia, Magnus Soderlund, propuso que para mitigar el impacto del cambio climático es necesario modificar la dieta y comer carne humana.
Tales declaraciones las hizo en el evento “Alimentos del futuro”, donde argumentó que ingerir cadáveres en lugar de carne y verduras podría ser una solución viable al problema ambiental, pues de acuerdo con algunos ecologistas la industria cárnica y agrícola son responsables del cambio climático.
Sin embargo, el profesor no sostuvo con optimismo su teoría, pues a su consideración ésta sería rechazada por los “tabús culturales” que existen alrededor de la carne humana, pues para muchos ingerir esto sería como contaminar al difunto.