En la nota que publicó el medio estadounidense The New York Times sobre el paso del huracán ‘Otis’ en el estado de Guerrero, se hicieron observaciones puntuales sobre este fenómeno que causó uno de los peores destrozos en el país.
La crónica de como fue que se vivió este huracán comienza relatando como gracias a los fuertes vientos, palmeras y cables se cayeron, ocasionando que el puerto de Acapulco se quedara sin luz de manera inmediata.
Judson Jones, climatólogo de este importante medio, cuenta que debido a la fuerza de la lluvia y de los vientos, los edificios y casas colapsaron, despertando de manera abrupta a los pobladores de Acapulco.
El experto confirma que el desarrollo de ‘Otis’ fue inexplicable y sorprendente, pues este fenómeno climatológico comenzó siendo tormenta tropical, sin embargo, en menos de doce horas evolucionó a un huracán de categoría 5, la más alta en la escala Saffir-Simpson.
“Otis tuvo una de las mayores evoluciones que hemos experimentado; fue algo más allá de la definición de rapidez”, señala Jones.
La dimensión de ‘Otis’ incluso superó las medidas estándar para fenómenos de este tipo, pues de acuerdo al experto, los vientos sostenidos por huracanes alcanzan alrededor de las 35 millas por hora durante sus primeras 24 horas, sin embargo, ‘Otis’ alcanzó vientos mayores a las 100 millas.
El experto confirma que debido a la rápida evolución de ‘Otis’ y a su fuerte impacto en la tierra, es que los pobladores de Acapulco no tuvieron las posibilidades de evacuar a tiempo, lo que causó uno de los peores daños en la costa oeste del país.
