Como todos saben, la disputa político-electoral por el 2018 ya está entre nosotros.
Buena parte de lo que ocurre y ocurra en los próximos meses tendrá que ser visto y entendido a partir de la lente del 2018. Es decir, que partidos, políticos, y centros de poder trabajan desde ahora con la mirada puesta en la elección presidencial de 2018.
Por eso la relevancia de sondeos de opinión en donde distintas casas encuestadoras ya están preguntando a los ciudadanos sobe sus preferencias para 2018.
También por eso la coincidencia del resultado, entre no pocas de esas encuestas, que colocan como punteros indiscutibles a Miguel Ángel Osorio, a Margarita Zavala, a Miguel Mancera y López Obrador, respectivamente, encabezando a los precandidatos del PRI, PAN, PRD y Morena.
Y es que, como en pocas ocasiones, “la caballada está flaca” entre los tres principales partidos políticos.
La mejor muestra es que, por ejemplo, en el PRI los presidenciables con posibilidades reales se reducen sólo a tres nombres; Miguel Osorio, quien a población abierta tiene 30 puntos porcentuales, seguido por Manlio Fabio Beltrones (con 10 puntos) y muy de cerca por Eruviel Ávila (con 9 puntos), el activo gobernador del Estado de México.
A su vez no deja de sorprender que en el caso del PAN prácticamente aparece solitaria, en la punta de todas las encuestas la señora Margarita Zavala, esposa del ex presidente Felipe Calderón, cuyo capital político la coloca como la virtual candidata de los azules, a menos que las mezquindades del PAN de Ricardo Anaya, le cierren las puertas.
En el PAN, por cierto, el líder de ese partido, Ricardo Anaya (con 24 puntos) aparece muy lejos de Margarita Zavala (40 puntos) con una diferencia de 16 puntos porcentuales según la Encuesta Nacional de El Financiero. Pero la verdadera sorpresa es el rezago del gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, quien aparece en una tercera y lejana posición, (con 13 puntos) a pesar de que ha invertido miles de millones de pesos de recursos públicos en la promoción de su imagen.
Otra sorpresa es la confirmación de que el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Mancera (con 78 puntos porcentuales), es el único candidato viable en el Partido de la Revolución Democrática.
Comparado con otros gobernantes del partido amarillo, Mancera tiene una ventaja de tres y hasta cuatro a uno, lo cual lo convierte en el indiscutible presidenciable del partido amarillo.
Y en el caso de otros partidos como Morena, es inocultable la ventaja de Andrés Manuel López Obrador, quien se ha mantenido en campaña presidencial por más de una década.
En el fondo, y si queremos ser rigurosos, López Obrador aparece como puntero junto con los precandidatos Miguel Osorio, Margarita Zavala y Miguel Ángel Mancera.
Es decir, que si hoy fueran las elecciones presidenciales de 2018 los cuatro nombres anteriores aparecerían en la boleta.
Sin embargo, lo que hoy es una ventaja envidiable para Osorio, para Zavala, para Mancera y para López Obrador, en los hechos se puede convertir en un lastre.
¿De qué estamos hablando?
Elemental. Que al convertirse en punteros en la contienda por el 2018 los cuatro mencionados también serán –en realidad ya lo son-, víctimas de todos los ataques posibles.
Dicho de otro modo, que en la guerra por la contienda presidencial para 2018 los hombres a vencer son, en ese orden Miguel Osorio, Miguel Mancera y López obrador.
A su vez la mujer que muchos querrán derribar en esa contienda se llama Margarita Zavala. Y los más interesados en que la esposa del ex presidente sea derribada antes de que lleguen los tiempos de la designación de un candidato presidencial para 2018, son los señores Ricardo Anaya y Rafael Moren Valle, respectivamente.
Por lo pronto, como reza el viejo adagio de la política mexicana, “con el tiempo y con los tumbos del camino, se acomodan las calabazas en la carreta”.
Ya se acomodan los candidatos presidenciales para 2018.
Al tiempo.
Tomado de La Silla Rota
