Organizaciones clientelares del PRI ahora en Morena

En días pasados ha cundido la noticia de una amnistía al líder minero Napoleón Gómez Urrutia, por parte de Andrés Manuel López Obrador, debido a que el líder minero lleva más de una década en el exilio en Canadá.

Por su parte, el dueño de Morena acusó al empresario Germán Larrea de ser el “dueño” de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social.

En un evento en Zacatecas, un estado donde la presencia de la industria minera es histórica, AMLO indicó que creara las condiciones necesarias para el regreso del líder minero –quien por cierto, jamás trabajó en una mina, pues heredó el liderazgo sindical de su padre–. Por ello, surge la interrogantes: ¿López Obrador también dará amnistía a los “líderes charros”?

En su campaña de presidencial de 2012, se recuerda la injerencia del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) en las marchas y mítines de AMLO, o saboteando los eventos de campaña del PAN, como represalia por la extinción de  la Compañía de Luz y Fuerza del Centro (LyFC) decretada en 2009 por el ex-presidente Felipe Calderón. El líder sindical Martín Esparza y sus huestes fueron el brazo armado de los eventos de López Obrador; incluso se comprobó financiamiento del Sindicato a la campaña del entonces perredista.

Este sindicato se mantuvo fiel al PRI, desde los tiempos de la nacionalización de la industria eléctrica en 1960, llevado a cabo por el ex presidente Adolfo López Mateos. Fue hasta la elección de 2006 cuando el SME rompió con el PRI de Roberto Madrazo, que no era un candidato competitivo.

Incluso se recuerda la pugna por el control del Sindicato entre Martín Esparza y el ex tesorero Alejandro Muñoz quien inexplicablemente fue encarcelado por las autoridades del Distrito Federal en 2011, cuando el jefe de Gobierno era Marcelo Ebrard. Pero del financiamiento de Esparza a AMLO jamás se investigó nada.

Morena también cuenta con el apoyo de Benito Bahena, líder de la Alianza de Tranviarios de México, otro sindicato afín al PRI desde tiempos de Lázaro Cárdenas. En 2003 el Sindicato fue adherido al PRD y posteriormente a Morena en 2015 gracias a la candidatura de Bahena a la Asamblea Constituyente de la Ciudad de México.

Ahora, en 2018 AMLO se alió a la ex dirigente magisterial Elba Esther Gordillo. Tiene en sus “Redes Sociales Progresistas” a un grupo del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), al mando de su nieto René Fujiwara y su yerno Fernando González -ex subsecretario de educación de Felipe Calderón-, quienes aportan una gran cantidad de “acarreados” a los eventos del tabasqueño.

Ahora cabe esperar que tras el perdón de AMLO a Gómez Urrutia, las huestes de éste último movilicen apoyo para Morena.

De este modo, se comprueba la alianza del viejo priismo clientelar con Morena. Los líderes “Charros” son los nuevos purificados y son parte de la amnistía a los criminales que tanto pregona AMLO.

De modo que aunque chairos y morenistas se molesten, el apodo de “PRIeta” queda como anillo al dedo para el partido Morena.