Nuevo Obispo en Autlán, viene a recobrar la confianza perdida

El papa Francisco designó a monseñor Rafael Sandoval como nuevo obispo de Autlán, Jalisco, quien hasta ahora fuera obispo de Tarahumara.

La noticia fue publicada este lunes 23 de noviembre en L’Osservatore Romano.

Rafael Sandoval es originario de Guáscaro, Michoacán. Nació el 4 de octubre de 1947 y recientemente cuplió 68 años de edad.

Es hijo de Rodolfo Sandoval y María Esther Sandoval.

Realizó sus estudios eclesiásticos de secundaria, preparatoria y humanidades en el Seminario de Zamora, Michoacán; y de Filosofía y Teología en el Seminario Conciliar de León, Guanajuato.

Entró en la congregación Misioneros de la Natividad de María (MNM) y estudió en los seminarios de Zamora, Michoacán, y de León, Guanajuato. En la última ciudad fue ordenado como sacerdote, en julio de 1974, por por el excelentísimo Mario Pío Gaspari, entonces delegado Apostólico de la Santa Sede.

 

Durante su ministerio sacerdotal:

Fue párroco de Ascensión, Chihuahua, de 1974 a 1979.

Estudió en Roma Teología Espiritual, de 1979 a 1980

Fue párroco de la Catedral de Nuevo Casas Grandes, Chihuahua, de 1980 a 1984.

Realizó estudios de pastoral en Bogotá, Colombia, de 1984 a 1985

Fungió como vicario General de la Prelatura de Nuevo Casas Grandes, de 1983 a 1987.

Obtuvo la licenciatura en Teología Espiritual en Roma, 1988.

Fue director espiritual del Seminario Mayor de los Misioneros de la Natividad de María, de 1989 a 1994.

Fue superior General de los Misioneros de la Natividad de María, 1994 a 1999.

Se le designó como párroco de San Benito Abad en San Nicolás de los Garza, del 2000 al 2005.

Fue decano del Decanato de San Juan Bautista de la Zona Metropolitana Norte, desde mayo de 2004.

Del 2010 al 2013 fue responsable de la Dimensión de la Pastoral de Misión de la Comisión Episcopal para la Pastoral Profética de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).

En ese mismo periodo fue miembro del Consejo Permanente de la CEM.

En 2005 fue electo para la sede episcopal de Tarahumara el 4 de enero de 2005, recibió la ordenación episcopal el 9 de marzo de ese año.

El nuevo obispo, viene a recobrar la confianza en la feligresía de Autlán.

¡Bienvenido!

 

El que se fue:

Sustituyó en el cargo a monseñor Gonzalo Galván Castillo, quien renunció a sus labores eclesiásticas el pasado 25 de junio por haber cometido el delito de encubrimiento.

De acuerdo con el artículo 401.2, se prevé la renuncia al oficio de un obispo “si por enfermedad u otra causa grave quedase disminuida su capacidad para desempeñarlo”.

El caso de Galván estalló en 2009 cuando un joven de 24 años denunció al sacerdote Horacio López, quien profesaba en la misma diócesis, por haber abusado de él cuando tenía 11 años. A pesar de la demanda, el párroco sólo fue trasladado a otra iglesia, donde siguió ejerciendo su ministerio.

Casos similares hay muchos en México, y seguramente también debe haber muchas renuncias.

Sobresale que el retiro de obispos ha aumentado desde que el Papa Francisco autorizó el pasado 10 de junio  la creación de un tribunal para juzgar por el delito de “abuso de poder” a los obispos que han encubierto a sacerdotes pederastas.

Todavía no hay ninguno en el banquillo de los acusados. Vamos a esperar.