Jesús Ramírez, designado como el flamante vocero de la administración que encabezará Andrés Manuel López Obrador, afirmó que los medios de comunicación y la sociedad tratan a los representantes del gobierno electo como si ya estuvieran ejerciendo el poder.
En un foro organizado por el Fondo de Cultura Económica (FCE), Ramírez señaló que han tenido que enfrentar las crisis de comunicación, pero sin contar con los recursos del gobierno, pues éste entra en funciones dentro de dos meses.
En su queja, Ramírez sugirió que debe acortarse el periodo de transición entre los gobiernos saliente y entrante, plazo que actualmente es de cinco meses.
No obstante, hay que recordar que el gabinete de la próxima administración federal y el propio López Obrador son los que han marcado la agenda y se colocan ellos mismos como si ya estuvieran gobernando.
Deberían recordarle a la “lumbrera andante” de Jesús Ramírez, que sí, en efecto el periodo de transición no es breve, por lo que en el próximo sexenio no será tan largo el proceso. También alguien de su equipo debería aclararle que personajes como Alfonso Durazo, Olga Sánchez Cordero, Javier JIménez Espriú y el propio tabasqueño son quienes declaran y dictan las maneras de su “actual gobierno”. Tan es así que ya se contemplan cuatro consultas para el nuevo aeropuerto y López Obrador presumió que su equipo fue fundamental en el nuevo acuerdo comercial entre México, Estados Unidos y Canadá.
¿De qué se queja ahora el vocero? Aún no entra en funciones y ya está exponiendo sus quejas respecto a su “extenuante” trabajo. Tal vez el presidente López debería replantearse quién llevará las riendas de Comunicación Social y su vocería.
