“Nos equivocamos con Daniel Ortega”; empresarios nicaragüenses

El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, debe dejar “lo más pronto posible” el gobierno, aseguró este lunes en entrevista para El País, el presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (COSEP), José Adán Aguerri.

Lo anterior, revela la ruptura en la relación de consenso que durante más de una década mantuvieron los grandes empresarios de aquel país con Ortega, en las que las grandes negociaciones sobre temas económicos se hacían entre esos bandos, sin interlocutores.

Ortega permitió que ellos hicieran negocios, garantizando una estabilidad sostenida con mano de hierro, mientras el mandatario se hacía con todo el poder en Nicaragua.

Dicho modelo se agotó, a decir de los empresarios. A partir del 18 de abril pasado, Ortega desató una brutal represión contra los manifestantes que se oponían a una reforma a la Seguridad Social.

La respuesta a las manifestaciones que exigen el fin del régimen, ya suma más de cien muertos y centenares de heridos.

Por supuesto que no se puede dejar de advertir la importancia de la relación entre un gobierno y los empresarios en un régimen populista. Es necesario trasladar el análisis a lo que podría ocurrir si en México llegara al poder un mandatario con características similares a las de Ortega.

A tan sólo 25 días de las elecciones presidenciales, Andrés Manuel López Obrador y los empresarios de nuestros país se enfrentan en ideologías.

La Iniciativa Privada –sin mencionar nombres– advierte de los riesgos de la llegada a la silla presidencial de un populista. Mientras que AMLO los acusa de imponer miedo a la ciudadanía y a la vez llama al diálogo y solicita a los empresarios no tener miedo ante sus propuestas.

La representatividad del sector privado y empresarial es una voz más de ciudadanos, no de “líderes de opinión”. Por lo que también viene a cuentas la mención del presidente del INE, Lorenzo Córdova, quien “llamó la atención” a la IP por el simple hecho de exponer ideas y ver los posibles escenarios ante la llegada de cada uno de las aspirantes presidenciales al poder.

El ejemplo hoy en este rubro, es Nicaragua. El sector privado ha sido responsable de la estabilidad que alguna vez tuvo aquel país. Por su parte, el gobierno que tiene el poder absoluto y control de todos los poderes del Estado.

Hoy por hoy, esto último es lo que representa Andrés Manuel López Obrador, con imposiciones, “consultas” a modo y en efecto, la apuesta por tomar las riendas de los poderes del Estado mexicano para su conveniencia.