A la 4T le gusta destruir la naturaleza, no solo con el Tren Maya, ahora con el megaproyecto del Gasoducto Sureste, están poniendo en riesgo a los arrecifes del Golfo de México.
Lo anterior por la construcción del gasoducto con el que pretenden surtir de gas natural a la refinería de Dos Bocas en Tabasco. Así como a la CFE.
Se trata de 550 metros del Área de Protección de Florea y Fauna Arrecifal lobos Tuxman.
Según la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) presentada ante el gobierno federal, el nuevo ducto conectará el gasoducto Texas-Tuxpan con una estación en Tuxpan; la ruta continuará por 692 kilómetros de océano y se conectará con otra estación en Coatzacoalcos. De ahí seguirá su ruta marina hasta Dos Bocas, en el municipio de Paraíso, Tabasco. En cuya refinería el gas natural será distribuido a las instalaciones de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
En este sentido, de acuerdo con información de Proceso, el investigador de Ciencias Marinas y Pesquerías de la Universidad Veracruzana, Leonardo Ortiz, advirtió que el trazo del gasoductos está pasando por la ruta de los arrecifes, de los cuales algunos por ser “nuevos” carecen de protección.
