El candidato presidencial de Morena, Andres Manuel López Obrador, descartó algún atentado en su contra por parte de la “mafia del poder” porque dijo tener la conciencia tranquila y que no tiene enemigos.
Asimismo, aseguró que el asesinato de Luis Donaldo Colosio en Lomas Taurinas hace 24 años, se trató de un crimen de Estado y lo comparó con el magnicidio del presidente de los Estados Unidos, John F. Kennedy en 1963.
En entrevista con Político.mx, el tabasqueño dijo que el homicidio de Colosio Riojas, al no ser esclarecido, lo convierte en un crimen de Estado (¿?). Finalmente no abordó el tema ni explicó a qué se refería, pues no sabía ni qué decía.
“…pero ya no hablemos de ese tema pues a ningún aspirante le conviene recordar las condiciones que propiciaron ese hecho“, dijo una vez más sin mayor explicación.
Lo cierto es que, la calificación de crimen de Estado ni siquiera es un término formal legal internacional alguno, por lo que no puede haber características objetivas analizables para su determinación.
En su caso, y tal como se menciona al hecho en el argot periodístico o académico —no jurídico— se podría analizar cómo el derecho internacional describe los hechos considerados como ilícitos y cómo define el actuar de la autoridad para que estos se consideren “hechos de Estado“.
Es decir, se refiere en términos prácticos al actuar de la autoridad y la responsabilidad del Estado por hechos internacionalmente ilícitos. Es decir, cuando una persona o entidad exceda en su competencia, será un hecho del Estado mientras haya actuado en su condición de autoridad.
Un ejemplo claro es el de José Luis Abarca, ex alcalde de Iguala y los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa. Se considera un hecho del Estado por la responsabilidad de autoridad. Ello no quiere decir que el Gobierno Federal, el presidente o el entonces procurador fueran responsables en lo individual (a excepción de Abarca, conforme al estatuto de Roma).
Es decir, fueron 14 años los que Andrés Manuel estudió Ciencias Políticas y Administración Pública en la UNAM, y aún sigue confundiendo o inventando términos a su conveniencia. Para él, un crimen de Estado –o hecho del Estado– y su principal característica es que no se esclarecen los hechos.
