Más allá de ciertos señalamientos, no cuadra el hecho de que el presidente Andrés Manuel López Obrador haya nominado al todavía gobernador de Sinaloa Quirino Ordaz para ser embajador de México en España.
Cabe señalar que el tema no es menor, porque dicha representación diplomática es una de las más importantes del país.
Además, la nominación de Ordaz se da en medio de tres año de denuncias de contantes sobre supuestos casos de corrupción durante la administración del también priista Enrique Peña Nieto, justamente con empresas españolas.
Tampoco se puede olvidar la tensión innecesaria que ha ido escalando desde Palacio Nacional contra la relación bilateral, a causa de la exigencia de que la Corona y el gobierno de España ofrezcan disculpas a México por “excesos” durante la época de la Conquista y la Colonia.
Ante lo ya descrito, no se entiende que en lugar de un diplomático de carrera sea nombrado Quirino Ordaz, quien destaca por ser un político y empresario turístico. Algo que puede que no sea bien visto por las autoridades españolas.
Con información de Reforma
JZ
