Con su semblante muy distinto al rostro serio de su última audiencia, la de mayo. Ha perdido 30 kilos, tiene una “dieta rigurosa” que consiste sólo en proteínas y verduras, el exgobernador de Veracruz, Javier Duarte menciona que muchos “piensan que el Presidente electo Andrés Manuel López Obrador y yo somos amigos… ¡No lo conozco!”.
Sin embargo, Duarte menciona que AMLO es el presidente más legitimado y que ganó a pulso, por cómo trabajó para llegar a donde está.
¿Un guiño de su entrañable y larga relación o un mero comentario al aire?
El exmandatario aseguró que todos los días habla con su esposa e hijos hasta Londres, lee y hace deporte. Incluso, dijo, que Karime Macías y su vástagos viven de manera austera y sin lujos a pesar de vivir en la ciudad inglesa.
“Mi familia, Karime y mis hijos viven de manera austera, sin lujos. A veces batallamos, incluso, para pagar las colegiaturas de los niños”, dijo en entrevista para El Heraldo de México.
Insiste en que no hay pruebas que sostengan su culpabilidad, sin embargo, se muestra todo menos optimista ante el proceso que se le sigue por lavado de dinero y asociación delictuosa, reclasificado así recientemente por la PGR. “A mí ya me condenó la sociedad. ¿Qué juez va a querer resolver mi caso conforme a derecho? (…) a mi me achacan todos los males”.
Recordó que tiene demandado por daño moral a Ricardo Anaya, quien durante un debate presidencial lo acusó de poner agua en lugar de dosis de quimioterapia en los tratamientos de niños con cáncer. “Imagínate, decían que no tenía corazón, decían que yo soy un monstruo, el más malo de malolandia.
“Tengo los documentos que acreditan que eso es falso, la Cofepris ya investigó y no encontró nada. Anaya va a tener que resarcir el daño con un pago económico”, aseveró Duarte.
Javier Duarte de Ochoa afirmó que no tiene rencor hacia nadie, ni siquiera al gobernador Miguel Ángel Yunes, pues dice que “hay algo más poderoso e implacable: el karma”.
Lo cierto es que el exgobernador de Veracruz regresará pronto al banquillo. Su audiencia está próxima y continuará su proceso en la cárcel, lejos de su familia que vive “austera” y “sin lujos” en Londres.
