El nuevo capricho presidencial, llamado revocación de mandato no cayó nada bien entre morenistas, pues a pesar de que en público reclaman a los consejeros del INE, en privado muchos respiraron aliviados después de que pospuso dicho ejercicio.
Tal acción de los morenistas, se de después de que no logran recabar las 2.7 millones de firmas que deben presentar para solicitar formalmente la realización de ese ejercicio, más aún después de que se dieron cuenta de que el INE se está tomando muy en serio el trabajo de verificación de cada uno de los apoyos.
Cabe señalar su plan “A” es que la suspensión sea temporal y les permita tener más tiempo para conseguir las rúbricas y, de paso, aprovechar la polémica desatada por la decisión del órgano electoral para convencer a quienes no han firmado de la importancia de apoyar la ratificación, con fachada de revocación, del inquilino de Palacio Nacional, quien está siendo objeto de una “injusticia”.
Mientras que el plan “B” es echarle la culpa al INE si no logran cubrir la cuota legal de respaldo a la consulta diciendo que los pérfidos consejeros electorales confundieron a los ciudadanos al frenar el proceso con sus “chicanadas”.
Al final, no a todos los morenistas les cayó bien el proceso de consulta de revocación de mandato, pues no logran recabar las firmas que se necesitan para llevar a cabo este ejercicio.
Con información de Reforma
JZ
